Artur Mas nos anunció solemnemente que zarpábamos hacia Itaca, pero se ha equivocado de rumbo. En vez de la isla griega de Itaca, evocada por el poeta Kavafis y cantada por Lluís Llach, el timonel nos ha traído a otra isla, pero no del mar Jónico, sino del canal de la Manga: Jersey, donde está radicada la sociedad The Itaca Investment Trust.
El destino, lo sabía Ulises, es caprichoso e imprevisible. Del encuentro casual de dos amigos de Pedralbes, Victoria Álvarez y Jorge Moragas, salió la comida de La Camarga. De la amistad inconfessable entre Alicia Sánchez-Camacho y José Zaragoza salió la idea de encargar la grabación de esta comida a la empresa de detectives Método 3. De la quiebra de esta empresa se aprovecharon dos espabilados para vender, tres años después, esta grabación al diario El Mundo. De este cúmulo de acontecimientos inverosímiles arranca la caída a los infiernos de la familia Pujol.., que no ha hecho más que empezar.
Ahora se ha abierto el melón de Oleguer Pujol, el hijo pequeño y el más discreto de la família, pero a su vez el que más secretos esconde. La Fiscalía Anticorrupción ha decidido desmantelar la estructura societaria que había montado con su socio Luis Iglesias -el yerno de Eduardo Zaplana- por un enjambre de paraísos fiscales y la caja de Pandora que se ha abierto sobre la mesa del magistrado Santiago Pedraz almacena una muchedumbre de sorpresas. Oleguer Pujol cometió un error.
A finales de septiembre de 2010 ordenó una transferencia de su sociedad The Itaca Investment Trust, domiciliada en el paraíso fiscal de Jersey, a la empresa Drago Capital SL, que tiene a medias con su socio Luis Iglesias, para pagar las nóminas del personal de Madrid. En total, 41.603,41 euros. Una minucia, comparada con la montaña de millones que remueve el hijo pequeño de Pujol.
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