Los detalles sobre los viajes efectuados por miembros de la familia de Jordi Pujol a Andorra publicados por ABC este lunes exponen la facilidad con la que habrían podido mover millones de euros en metálico durante 30 años. Según esta información, integrantes del clan visitaban el Principado cada mes desde principios de los años 80 y sus vehículos no eran inspeccionados por las autoridades fronterizas, como sería normal. De este modo, Pujol habrían podido retirar unos cuatro millones en metálico depositados a nombre de Marta Ferrusola y cuatro de los hijos: Pere, Oleguer, Marta y Mireia.
Con escolta y sin inspecciones
Según la misma información, el caso de Marta Ferrusola es punto y aparte. Tenía derecho, como esposa del presidente, a escolta oficial, que la acompañaba en aquellos viajes y podía traer una arma gracias a una autorización especial del Principado conseguida mediante personal del Ministerio del Interior. La embajada española en Andorra, abierta en 1993, facilitó todavía más los trámites a los Pujol en estos viajes, conocidos por los servicios de inteligencia.
Los agentes de las aduanas, entre 2000 y 2008, habrían recibido mensajes por fax desde la máxima instancia de la Policía en Catalunya con la orden expresa de no registrar los coches de los Pujol. Estos viajes ‘sin frontera’ fueron particularmente frecuentes durante los años de Jordi Pujol al frente el Gobierno de la Generalitat, entre 1980 y 2003.
