Apuntaban determinados medios que seguramente era extranjero, algunos se arriesgaban a decir que era magrebí y se esparcían, sobre todo por la Red, especulaciones sobre ataques jihadistes. Pero era de Logroño, tenía 21 años y estudiaba Medicina en la capital del Segrià. El autor de los apuñalamientos a cinco personas se entregó hace tres días y este viernes el juez ha decretado para él prisión provisional sin fianza.
Se cierra, de este modo, una semana de tensión en las tierras de Lleida y de excesos periodísticos en relación al caso. Durante las últimas horas han trascendido más detalles del comportamiento del atacante. Anduvo 70 kilómetros por zonas rurales después de las agresiones, de Lleida a Balaguer, pasando por Algerri, la Portella, Almenar y Alfarràs. En la capital de la Noguera tomó un café y volvió en taxi hacia Lleida, donde se entregó.
Se sabe de su vinculación al grupo ultra Nueva Época. En la inspección de su piso, que incendió, se han encontrado libros de ideario neonazi, así como simbología xenófoba dibujada.
Ninguna de sus víctimas corre peligro y dos han recibido ya el alta. Este mismo joven ya había agredido a un ciudadano colombiano en Logroño hace dos años. Esta vez ha atacado a una mujer marroquí y a cuatro hombres, tres de ellos de nacionalidad extranjera.
El detenido alega que sufrió un brote psicótico, que se sentía bajo de autoestima y que quería huir del mundo, y ha pedido ayuda psicológica. Los precedentes y las evidencias de su tendencia ideológica fundamentan el agravante de xenofobia y racismo que se añade a la tentativa de homicidio que se lo imputa.
