Los Presupuestos de la Generalitat suben este año a 53.468 millones de euros, incluyendo el capítulo de sanidad y otras partidas destinadas a los consorcios, las fundaciones, las entidades autónomas, etc. La deuda financiera de nuestro gobierno era, a 31 de marzo, de 52.021 millones de euros y los bonos de la Generalitat tienen la calificación de «basura». El techo de déficit presupuestario autorizado por el ministro Cristóbal Montoro para 2014 es del 1% y el pacto con ERC contempla la necesidad de «crear» unos ingresos adicionales de 2.300 millones de euros para cuadrar las cuentas.
¿De dónde tienen que salir esos 2.300 millones? Según el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, de las privatizaciones de servicios y de la venta de patrimonio inmobiliario de la Generalitat. Pero, superado el primer semestre del año, todo está en el aire. Hasta ahora, sólo se han podido conseguir 230 millones por la venta de 15 inmuebles, un 10% de las necesidades presupuestadas.
Venta de patrimonio
El pasado mes de abril se cerró la venta de los edificios de Vía Laietana 69 (sede del Memorial Democrático) al family office de los Espelt (cadena H10) por 11,9 millones y de la antigua sede de Medio Ambiente en la Diagonal a la familia Ayuso por 16,4 millones. Y hace pocos días se ha cerrado la venta de un lote de 13 edificios más a la aseguradora Zurich por un importe global de 201 millones de euros, en una operación intermediada por el despacho de Miquel Roca Junyent. En ese lote hay edificios tan emblemáticos como las sedes centrales de las consejerías de Justicia (Casp 24-26), Cultura (La Rambla, 8), Interior (Passeig de Sant Joan/Diputació) y Bienestar y Familia (Taulat 266-270), que ahora han pasado a manos de la aseguradora suiza.
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