El Grup de Treball en Defensa de la Sanitat Pública, formado por la CUP, la CGT, COBAS y personas a título individual, ha iniciado este jueves una acción reivindicativa que ha consistido en encerrarse en el Hospital Joan XXIII de Tarragona para protestar contra las políticas en materia de Salud de la Generalitat. En concreto, denuncian el cierre de camas (que acabará afectando a un total de 125), la reducción del presupuesto del centro en 24 millones de euros, la supresión de 171 puestos de trabajo los últimos cuatro años y la intención de cerrar el edificio de consultas. Asimismo reiteran su alerta sobre la privatización del banco de sangre y de los servicios de radiología y cocina. Todo ello, indican, comporta el desmantelamiento de este hospital.
La CUP de Tarragona ha explicado este jueves que denunció a la Xarxa Sanitària Santa Tecla ante la Fiscalía porque considera que se da «un claro caso de incompatibilidades y conflicto de intereses que afectaría a diferentes altos directivos de esta red y de las instituciones públicas sanitarias», recoge Reusdirecte.cat. En medio de este asunto la CUP sitúa a una decena de personas relacionadas con Convergència i Unió. Según Laia Estrada, de la CUP de Tarragona, se trata de un caso de puertas giratorias.
El malestar en el Joan XXII no es único. Pacientes y personal sanitario se están movilizando durante los últimos días en defensa de la sanidad pública. El cierre de camas durante el verano ha centrado las últimas protestas de esta semana en los hospitales de la Vall d’Hebron y de Bellvitge (#rebelionbellvitge). El consejero de Salud, Boi Ruiz, ha tildado las críticas contra el cierre de camas de «política de bajo nivel».
