En la edición n. 1132 de EL TRIANGLE ya denunciamos las extrañas circunstancias en que el pendrive conteniendo la conversación de La Camarga entre Alicia Sánchez-Camacho y Vicky Álvarez fue a parar a manos de la policía. De la lectura del sumario se deduce que la propia Jefatura de Barcelona se hace un lío con la aparición de «uno» o «dos sobres blancos» en una papelera de la plaza de Urquinaona que contenía este pendrive.
Este hallazgo providencial, que vino precedido de una llamada «anónima» a la Jefatura Superior de Policía, permitió que se desencadenara la posterior oleada de detenciones del ex director y tres ex empleados de la agencia Método 3, que permanecieron detenidos durante 72 horas y que actualmente están imputados judicialmente. Pero no acaban aquí las anomalías.
En un escrito presentado al juzgado n. 14, que instruye el sumario, y al que ha tenido acceso EL TRIANGLE, el ex director de Método 3, Francisco Marco, denuncia que su teléfono Blackberry, desde el que se puede acceder a su correo electrónico, fue activado por terceros durante el período de su detención. Al levantarse el secreto del sumario, Francisco Marco ha podido constatar que en su contenido no figura ninguna solicitud policial ni la correspondiente autorización judicial para que su teléfono móvil pudiera ser intervenido.
Según este escrito, «alguien activó y configuró el correo electrónico [email protected] desde el teléfono Blackberry que disponía el Sr. D. Francisco Marco, cuando éste se encontraba aún detenido en los calabozos de las dependencias judiciales, sin disponer de enseres personales, que le fueron intervenidos en el momento de su detención, entre ellos su teléfono móvil». Concretamente, la activación del correo electrónico del detective se produjo el pasado 21 de febrero a las 17:16, horas antes de que pasara a disposición judicial donde, tras prestar declaración, fue puesto en libertad. Presumiblemente esta intervención ilegal de su teléfono Blackberry fue obra de los agentes de la Policía Nacional que, bajo la supervisión directa del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se hicieron cargo del caso La Camarga con el único fin de preservar el «honor» de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho.
Toda vez que en la Blackberry de Francisco Marco existen «correos electrónicos personales y profesionales, mensajes de texto personales, fotografías personales e información perteneciente a la esfera más íntima», éste pide que la Fiscalía abra una investigación sobre la intervención ilegal de su teléfono móvil. El artículo 536 del Código Penal establece como delito la violación de las telecomunicaciones sin mandamiento judicial y ésta es la circunstancia que afecta a la Blackberry del ex director de Método 3. ¿Quién la manipuló? ¿Con qué fines? ¿Por qué la policía no pidió la preceptiva autorización a la juez instructora?
