Ningún indicio de delito. Esta es la conclusión de la juez de Madrid, Esperanza Collazos, sobre la destrucción de los dos ordenadores portátiles que utilizó el extesorero del Partido Popular (PP), Luis Bárcenas, mientras trabajaba en la sede de la calle Génova. A petición de la Fiscalía la magistrada ha decidido archivar la causa y ordenar el sobreseimiento provisional.
En auto, la titular del juzgado número 32 de Madrid apunta que no detecta ningún indicio de los dos delitos que apuntaba el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, concretamente de daños informáticos y de encubrimiento. La juez Collazos considera que la propiedad destruida tiene que ser ajena y estima que en este caso se ha comprobado que los dos portátiles destruidos eran propiedad del PP.
Según se apunta en el auto, la formación que lidera Mariano Rajoy destruyó los discos duros de Bárcenas cuando el extesorero ya había abandonado el PP y lo hizo, según la magistrada, siguiendo el protocolo de actuación fijado en estos casos. El juez Ruz que lleva el caso de los papeles de Bárcenas fue quién reclamó la documentación que podía haber en los portátiles para cotejarla con la información facilitada por el extesorero del PP sobre la presunta contabilidad B del partido.
