Los Mossos d’Esquadra han cargado este lunes por la mañana contra los cerca de 200 trabajadores en huelga de Panrico que se manifestaban en la puerta del centro que la empresa tiene en Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona). Después de intentar pactar sin éxito una solución con los huelguistas que impedían el acceso al personal de administración, la brigada antidisturbios de la policía ha actuado con el resultado de algún contusionado.
La dirección de Panrico ha pedido a sus trabajadores que desconvoquen la huelga y retomen el trabajo para asegurar que los productos de la empresa, como Donuts o Bollycao, lleguen frescos a las estanterías. Después de que la plantilla se haya desentendido del pacto que garantizaba la producción a cambio de cobrar la nómina impagada de septiembre, la empresa ha advertido que el acuerdo «es legal y legítimo» y que por lo tanto, se tiene que cumplir.
No es un preacuerdo, sino un documento firmado «legal, legítimo y vinculante con eficacia para toda la plantilla y que afecta a todos los centros», asegura el comunicado emitido por la empresa con sede en Esplugues de Llobregat, y con uno de los principales centros de producción en Santa Perpetua de Mogoda.
Precisamente en este centro de trabajo del Vallès es donde la compañía ha focalizado el aviso, en considerar que el clima de crispación que afecta a la plantilla «puede lesionar el derecho al trabajo de aquellas personas que quieran acceder a su lugar para cumplir con sus obligaciones«.
El resto de plantas que la compañía tiene en Madrid, Valladolid, Valencia o Zaragoza operan con normalidad.
La plantilla se defiende, prepara movilizaciones y asegura que nadie de la dirección se ha puesto en contacto con ellos. El presidente del comité de empresa de Panrico en Santa Perpetua, Ginés Salmerón (CCOO) ha indicado que el primer producto, que se produce exclusivamente en el Vallès, y que en 3 o 4 días desaparecerá de las estanterías, serán los Donetes.
Desde el comité aseguran que la compañía tiene dinero, después de conseguir un crédito avalado por la Generalitat de cinco millones. «Con este dinero podrían haber pagado todas las nóminas pendientes», concluyen.
