La Generalitat seguirá sin pagar los Programas Individuales de Atención (PIA) destinados a personas mayores que esperan una plaza en una residencia pública. Para recortar las listas de espera, la Ley de Dependencia prevé que las personas mayores que lo necesiten puedan ingresar en una residencia privada con una subvención pública, pero el gobierno catalán ha anunciado que suspende sine die esta partida, que ya canceló en agosto y septiembre comprometiéndose a reactivarla este mes de octubre.
Con una lista de espera de 17.000 personas, la decisión de la Consejería que dirige Neus Munté pone en peligro el sistema y provocará que la lista de espera se dispare. Incluso las patronales del sector han pedido al Departamento soluciones «que hagan posible la sostenibilidad del sistema de atención social catalán».
La vulnerabilidad de las personas que esperan este tipo de ayudas agranda el problema, que no se sabe cuando se solucionará, pues la Consejería de Bienestar Social y Familia dijo en un comunicado que no puede hacer frente a este gasto y no sabe cuándo dispondrá del dinero necesario. Todo esto después de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se comprometiera a no hacer más recortes en 2014.
Las patronales del sector también lamentan los recortes que les ha aplicado la Generalitat retroactivamente y que denuncian que pone en peligro la continuidad de muchos centros de atención sociosanitaria, pues ya tenían cerrados sus presupuestos y pactados los convenios con sus trabajadores, por lo cual el recorte del 4,6% que tendrán que aplicar sobre sus cuentas desde el 1 de enero de 2013 recaerá sobre el servicio, según explican en un comunicado.
