La plataforma Stop Desahucios ha denunciado el suicidio en Madrid de una mujer que iba a ser desahuciada por una deuda de 900 euros con la Empresa Municipal de Vivienda. Amparo, de 45 años, había intentado pagar la deuda por la mañana en una oficina municipal, pero en su lugar recibió un aviso de desahucio y de madrugada ha decidido quitarse la vida.
En declaraciones al diario Público, la activista de la PAH Feli Velázquez ha explicado que la EMV «no quiere coger el dinero de la gente» y por lo tanto su «indefensión es absoluta». Según Velázquez, la empresa les explica que la situación ya no se puede arreglar y que se tiene que proceder al desahucio porque «sólo busca que todo se privatice».
La mujer vivía en el popular barrio de Carabanchel con su marido, tres hijos menores (tenía tres más) y dos nietos que estaban a su cargo.