El presidente del comité de gobierno de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran y Lleida, todavía no sabe si asistirá o no a la cadena humana que la Asamblea Nacional de Catalunya ha organizado por la Diada del 11 de septiembre. Participará en función de su «disponibilidad física» y de lo que «en conciencia crea» que tiene que hacer, según explica en su carta semanal.
Asegura su presencia en el acto matinal de ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova, y anima a la ciudadanía a participar en todos los actos reivindicativos de la FDiada, incluso el de rodear el edificio de La Caixa.
El dirigente evita replicar directamente a la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, cuando, según él, «despreció» a Unió tildándola de partido «pequeñito», después de que los democristianos insistieran en cambiar el lema de la Vía Catalana, para que fuera menos independentista y más partidario del derecho a decidir.
Aclara que en el partido que dirige hay «sensibilidades» de todo tipo y que el 11 de septiembre habrá libertad personal para que cada cual haga aquello que quiera. Pero advierte que «lamentará» si estos actos «lo que aportan a la larga no es otra cosa que frustración».
