El Pleno sobre Juventud que ha celebrado el Parlament este miércoles ha convertido el Palacio de la Ciutadella, por unos instantes, en un instituto. No por los jóvenes que han llevado los partidos para seguir la jornada desde la cámara, ni por el contenido de algunas intervenciones.
A media mañana y a media tarde, aprovechando la finalización, primero del discurso del presidente Mas y después del último de los grupos parlamentarios que han participado, la presidenta De Gispert ha parado la sesión para hacer un descanso de 10 minutos.
Tiempo que los diputados han aprovechado para escaparse del hemiciclo, estirar las piernas e incluso salir del Palacio de la Ciutadella para fumar. Hasta que la bocina que resuena por todos los rincones del Parlament los ha avisado que el ‘recreo’ había acabado y se retomaba la sesión.