El turista irlandés que la madrugada del sábado se lanzó desde los 27 metros de altura del trampolín que se ha construido en el Moll de la Fusta de Barcelona para los Mundiales de natación, ya ha sido dado de alta del Hospital del Mar, donde había sido ingresado y estado en observación durante las últimas 24 horas.
Según han informado desde el centro médico a la agencia Efe, el turista ha abandonado el hospital acompañado del compatriota que saltó desde el trampolín de 10 metros construido en el mismo lugar.
Los dos jóvenes se lanzaron al mar desde las dos plataformas el sábado a las 7 de la mañana. El turista que se tiró desde el trampolín más alto tuvo que ser rescatado por el personal de seguridad contratado por el Mundial, porque no podía salir solo del agua.
Cuando el vigilante se dio cuenta de la presencia de los jóvenes, ya era demasiado tarde, y los dos tuvieron tiempo para emular con muy poca fortuna a los saltadores que competirán en esta instalación a partir del día 27.
