El Partido Popular ha impulsado una moción en el Congreso de los Diputados para que el Tribunal de Cuentas redacte un informe fiscal sobre el coste de los tranvías construidos en cuatro ciudades españolas -Parla, Zaragoza, Jaén y Vélez-Málaga-, todos ellos proyectos de gobiernos socialistas.
La decisión la ha tomado por unanimidad la Comisión Mixta de Relaciones con el Tribunal de Cuentas, aunque el PSOE ha mostrado su descontento porque, lo que el PP ha definido como un ejercicio de «transparencia», sólo contempla proyectos de gobiernos socialistas y deja fuera otros tranvías construidos por encargo de ejecutivos populares, como el de Murcia o el Metro Ligero Oeste de Madrid.
De las cuatro ciudades investigadas, el tranvía de Jaén es el más polémico, pues hace dos años que se terminó el proyecto, pero nunca ha entrado en funcionamiento. Con más de 400 millones de euros de deuda, el Ayuntamiento de la ciudad no puede asumir los seis millones anuales que cuesta ponerlo en marcha y mantiene un pulso con la Junta por este motivo.
Por su parte, el de Vélez-Málaga tampoco está operativo después de que, tras un buen inicio, perdiera afluencia. Tras un año sin tranvías circulando, Australia ha alquilado las máquinas que se utilizarán en Sidney y que permitirán al consistorio de Vélez ahorrarse el gasto de mantenimiento y obtendrá 200.000 euros anuales de compensación.
En cambio, en Zaragoza el servicio funciona desde hace dos años con un alto grado de satisfacción ciudadana. El alcalde, Juan Alberto Belloch ha anunciado que prepara el proyecto para adjudicar la segunda línea de tranvía de la ciudad, que espera que se pueda acometer en la próxima legislatura con financiación privada, ante las dificultades económicas del consistorio, que debe más de 800 millones de euros.
La situación de Parla es semejante a la de la capital aragonesa, con más de cinco millones de usuarios anuales, pero con una deuda municipal superior a los 200 millones de euros.
