Propuesta in extremis del líder de Podemos Pablo Iglesias al presidente en funciones Pedro Sánchez. Ahora, propone un gobierno de coalición revisable después de la aprobación de los presupuestos. Así, si una vez aprobados las cuentas, el balance de la coalición es malo, se compromete a dejar el gobierno y a dar apoyo parlamentario al PSOE para sostenerlo.
En una conversación telefónica de diez minutos el jefe del ejecutivo ha descartado esta posibilidad. "No se dan ni las bases mínimas de confianza ni un planteamiento de un gobierno cohesionado, coherente y con una única dirección, en una legislatura estable", ha manifestado Sánchez.
El planteamiento de Iglesias sería formar un gobierno de coalición con las bases que se negociaron en julio y que el funcionamiento del acuerdo fuera evaluado posteriormente una vez aprobados los presupuestos generales del Estado.
Después de aprobar las cuentas, Sánchez tendría la libertad de echar los ministros de Podemos y, a pesar de esto, la formación garantizaría la estabilidad del ejecutivo socialista en solitario durante el resto de la legislatura.
La negativa de Sánchez aboca a la rotura definitivo de las negociaciones y al adelanto electoral.
