Los pisos turísticos, bajo lupa

Barcelona es un gran reclamo y se ha convertido en el paraíso del negocio alrededor de los turistas
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Las 12 de la noche de un día cualquiera, preferiblemente en verano. Ruido de maletas arrastrandose, voces llamativas, risas, portazos y empieza la riada de turistas que se precipitan por las calles de la ciudad. Este es el paisaje cotidiano de muchos ciudadanos impotentes ante el alud de visitantes. Hemos llegado al punto de tener tres turistas por cada barcelonés, y no todos se alojan en hoteles. El boom de apartamentos turísticos, legales, alegales e ilegales, ha desbordado el gobierno de Ada Colau, que intenta remendar una normativa que hace aguas por todos lados.

En Barcelona, concentrados la mayoría en el centro y parte del Eixample, hay unos 15.000 apartamentos turísticos, de los cuales más de 6.000 no tienen licencia. Cuatro de cada diez apartamentos no son legales: la mayoría son apartamentos enteros que se alquilan por días a grupos de turistas, sin que ni la comunidad de vecinos ni el mismo ayuntamiento puedan hacer nada.

Para hacer frente a este descabellado fenómeno turístico, Colau ha optado por dos vías: la moratoria de los hoteles, que le ha puesto en contra el pujante sector hotelero de la ciudad, y la ubicación de nuevos apartamentos turísticos, en sustitución de algunos que ya existen, en los barrios de la periferia de la ciudad, hecho que ha puesto en alerta a las asociaciones de vecinos, que no quieren que se repitan los mismos problemas del centro de la ciudad.

La entrada de Barcelona en Comú en el consistorio fue acompañada de una expresa y manifiesta voluntad de no abrir ningún nuevo piso turístico más, y de ir cerrando los ilegales para poder oxigenar el centro de la ciudad, pero ahora donde digo digo digo diego… y el nuevo plan especial urbanístico de alojamientos turísticos de Barcelona, el PEUAT, prevé que se abran 4.000 nuevas plazas en zonas como Nou Barris, Horta, Sarrià o Sant Andreu, consideradas zona 3 y 4 (áreas de crecimiento limitado).

La zona 1, área decreciente, la componen los barrios del centro, el Eixample, Sant Antoni, Hostafrancs, Gràcia o Poblenou, y no se podrán abrir nuevas plazas. En la zona 2, con barrios como Sagrada Familia, las Corts, Sants, Fort Pienc o parte del Guinardó, se podrán abrir plazas si se cierran otras. El equipo Colau ha trasladado el problema de un barrio hacia otro. Para la patronal de los apartamentos turísticos es una oportunidad perdida para poder legalizar los pisos ilegales, puesto que la demanda de estos apartamentos es muy superior a la oferta legal.

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