Uno de los gritos más habituales en las manifestaciones y concentraciones que se convocaron a raíz del movimiento conocido como 15-M era «le llaman democracia y no lo es». Debo decir que no comparto mucho este eslogan porque creo que lo que tenemos, nosotros y buena parte del mundo, son democracias imperfectas y que no evitan o incluso causan muchas de las injusticias que hay que combatir. Poned el adjetivo calificativo que creáis más adecuado -salvo “orgánica”, como hacía el franquismo- pero el nombre que corresponde a nuestro sistema es “democracia”.
Me ha venido a la mente este tema cuando he visto que la Assemblea Nacional Catalana dice que ha montado este fin de semana en la plaza Catalunya de Barcelona una «acampada». Han montado un enorme escenario, con un potentísimo aparato de sonido, y han instalado unas tiendas de campaña que daban la impresión de que eran recién compradas y que dudo de que se hayan utilizado mucho estos días.
Como me temo que estas tiendas de campaña de la pseudo-acampada independentista irán a parar a un trastero el resto de la vida de sus propietarios, sugiero que las regalen a los sin techo que les sacarán mucho más provecho.
Recuerdo la acampada que realizaron los inmigrantes en la misma plaza Catalunya hace unos años. Nada que ver con el show de la ANC de este fin de semana. Recuerdo la ocupación de la plaza Catalunya, en mayo de 2011, con miles de personas que la abarrotaban. Nada que ver con las pocas que se han dejado caer este fin de semana por allí. El gobierno de la Generalitat de entonces desalojó a porrazos la plaza. Seguro que ninguno de los independentistas que han convocado a su ‘acampada’ recibieron un porrazo de los mossos que repartieron estopa a raudales ese día, a las órdenes del conseller de Interior, Felip Puig.
Recuerdo también la intervención del economista y activista Arcadi Oliveres intentando hacerse entender en medio del numeroso grupo de quienes lo querían escuchar. A Oliveres no le pusieron un micrófono y altavoces potentes como los que han utilizado Toni Albà o Lluís Llach este fin de semana para compartir sus gracias y lamentos con el escaso público que les escuchaba.
El proceso independentista se ha apropiado de muchas palabras y expresiones. A su convocatoria de este fin de semana le han llamado «acampada». Y me han enido ganas de gritar “Le llaman acampada y no lo es”. Quizá sea más apropiado hablar de “foc de camp”, con permiso de los scouts y los excursionistas.
