La portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, ha avanzado este martes que el ministerio de Educación activará la alta inspección educativa para asegurar que las escuelas catalanas cumplen con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga a impartir un 25% de las clases en español. Rodríguez ha insistido en que «las sentencias están por cumplirlas» y «los pronunciamientos de la Justicia deben acatarse».
En su auto, el TSJC emplazaba al ministerio de Educación a velar por el cumplimiento de la sentencia y el gobierno español se ha apresado a asegurar su ejecución. Asimismo, Rodríguez afirmó que el ejecutivo de Pedro Sánchez «ha dicho siempre y reitera que considera las lenguas cooficiales que son las oficiales reconocidas en la Constitución son una riqueza cultural y no fondo de enfrentamiento ni arma arrojadiza».
Rodríguez también ha pedido a la Generalitat que dé los pasos necesarios para cumplir la sentencia. «Es muy importante que todas las administraciones trabajemos para dar seguridad a los padres de que el curso acabará con absoluta normalidad», ha dicho.
