Los vecinos de Meridiana Sin Cortes protagonizamos, este martes 18 de enero, una nueva cacerolada contra la presencia diaria del grupo secesionista Meridiana Resisteix. En esta ocasión se pudo ver como, de nuevo, los mossos optaron por proteger al grupo secesionista forzándonos a los vecinos de Meridiana Sin Cortes, a mantener una distancia excesiva, 40 metros, para facilitar el aquelarre de los incívicos convocados por la ANC.
Volvimos a cruzarnos las acusaciones mutuas sobre fascismo con ellos. Piensan como buenos aprendices del totalitarismo, que quien no está con ellos es fascista. La diferencia está que ellos nos niegan el derecho a estar allí manifestándonos, mientras desde Meridiana Sin Cortes les conminábamos a manifestarse en la explanada de Renfe donde no molestarían a nadie. Por su parte los de Meridiana Resisteix nos acusaban, como si de un mantra se tratara, de colonos y anticatalanes, como si para ser catalán sea obligatorio ser independentista y rasgarse las vestiduras y reclamar la amnistía de los sediciosos condenados y huidos.
La Consellería de Interior sigue mirando hacia otro lado ignorando el grave foco de violencia que generan los cortes diarios en Meridiana. La agresividad de los que pretenden apropiarse diariamente de la Meridiana es una constante que cada semana se salda con alguna agresión, como la que sufrieron, hace unos días, una madre y una hija al cruzar por la zona y hacerles una critica que fue rápidamente contestada con violencia como se vio en las imágenes distribuidas en redes sociales. De nuevo los mossos de escuadra optaron por proteger a los violentos manifestantes.
Nadie entiende la actitud del conseller Joan Ignasi Elena ignorando la realidad que ese foco de violencia latente supone para la convivencia vecinal. El hartazgo vecinal es alto, sin embargo la apatía es la reacción a un gobierno faccioso que ignora a la mayoría de sus ciudadanos.
Meridiana Sin Cortes volverá el próximo martes a realizar una cacerolada a esos impresentables. No permitiremos que se enquiste en la sociedad barcelonesa una lacra como son los cortes diarios en la zona de Meridiana.
