La primera sesión de control del nuevo gobierno de la Generalitat de Cataluña ha puesto sobre la mesa las diferencias existentes entre los partidos que forman el ejecutivo en cuanto al asunto de la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Mientras que el vicepresidente y consejero de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, ha asegurado que Cataluña “no se puede permitir el lujo de no tener un aeropuerto preparado por el siglo XXI”, el presidente Pere Aragonès no ha querido tomar partido y se ha limitado a comentar que la complejidad del tema no acepta posiciones “binarias”.
El jefe de la oposición y presidente del grupo socialista en el Parlament, Salvador Illa, ha instado a Aragonès a posicionarse “nítidamente” respeto el asunto del aeropuerto, señalando que “gobernar es decidir”, y le ha pedido “que lidere y se posicione a favor de la ampliación”. El presidente de la Generalitat, pero, no se ha pronunciado con exactitud y tan solo ha remarcado que está “a favor de aumentar la competitividad de la economía catalana” siempre y cuando se lleve a cabo “preservando la biodiversidad”.
La diferencia de opiniones respete la ampliación del aeropuerto entre los diversos partidos también se ha hecho evidente con la intervención del diputado de la CUP, Dani Cornellà, el cual ha trasladado a Pere Aragonès la petición de su formación de paralizar indefinidamente los planes. Según ha comentado, desmarcándose del posicionamiento del vicepresidente Puigneró, “este país no se puede permitir reducir los objetivos climáticos con estructuras sobredimensionadas”.
En respuesta a Cornellà, el nuevo presidente de la Generalitat ha asegurado que lucharía contra el “desarrollismo acelerado” y se ha referido a la mesa de trabajo que ha creado para estudiar el asunto con varios expertos y agentes implicados, un recurso institucional que ha defendido también Puigneró.
Para Aragonès, tomar una decisión consensuada es lo más relevante y por eso, en la mesa que ha propuesto, estarán presentes los ayuntamientos de los municipios afectados, el Ministerio de Fomento, Aena, y asociaciones de vecinos y ecologistas. El presidente de la Generalitat ha manifestado también su deseo de tratar el asunto con la Comisión Europea, puesto que se encarga de la protección de los espacios naturales protegidos.
