El Consejo de Administración del Banco Sabadell ha aceptado este martes por la tarde la oferta del Banco Santander por la filial británica TSB, que pagará cerca de 3.100 millones de euros a la entidad catalana (2.650 millones de libras esterlinas), en una maniobra para ganar cuerpo en el Reino Unido, donde ya ostenta la cuarta plaza como banca hipotecaria.
La entidad catalana convocará una junta general de accionistas para dado el visto bueno a la operación.
La venta se ha interpretado como una nueva maniobra para dificultar la opa que plantea el BBVA. De hecho, el anuncio de la transacción se ha hecho justo al día siguiente de que la firma vasca decidiera continuar con la operación hostil de adquisición del Banco Sabadell a pesar de las condiciones que el gobierno español ha impuesto.
El Banco Sabadell compró TSB en 2015 por 1.700 millones de libras esterlinas, entonces el equivalente a unos 2.400 millones de euros y unos 1.980 millones con el tipo de cambio actual. Entonces, la entidad valoró la adquisición como un «paso significativo» en el objetivo «de ampliar y consolidar su actividad» en mercados internacionales.
En un principio la filial británica supuso pérdidas, pero en 2024 aportó 253 millones de euros al beneficio total del Sabadell (13,8%), que se enfiló hasta el récord de 1.827 millones. Fue la aportación más elevada desde la adquisición. El beneficio neto individual de TSB se situó en los 208 millones de libras, un 18,9% anual más.
El banco que dirige Josep Oliu confirmó a mediados de junio que había recibido ofertas por TSB y se comprometió a analizarlas. El movimiento llega en plena opa del BBVA y se podría interpretar como parte de la estrategia del banco catalán para frenarla. Sin embargo, sus directivos lo han negado y han desvinculado ambos movimientos. «La venta de TSB sólo se hará si crea valor para los accionistas del Banco Sabadell», dijo el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno.
