El juzgado de instrucción número 3 de Reus (Tarragona) ha acordado libertad provisional con medidas cautelares para 16 de los detenidos este miércoles en el marco de una operación contra un grupo violento vinculado a los Latin Kings en Cataluña. El magistrado les ha impuesto la prohibición de salir del territorio, la retirada del pasaporte, así como la obligación de comparecer mensualmente en el juzgado.
La causa continúa abierta por los delitos de pertenencia a organización criminal, coacciones, amenazas, estafa y tráfico de drogas. A pesar de que la Guardia Civil detuvo a unas treinta personas, solo 16 han pasado este viernes a disposición judicial. En total, se realizaron más de una decena de entradas y registros, concentrados en las provincias de Tarragona y Barcelona.
Según detalla el auto de libertad, esta organización llevaba a cabo tanto actividades criminales relacionadas con las lesiones, amenazas, coacciones, homicidios y tentativas de homicidio hacia las personas, así como delitos de tráfico de drogas y contra el patrimonio. De manera organizada y con una marcada jerarquía, se distribuían en diferentes municipios como Reus, Rubí, Cubelles, L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona y Granollers.
También se constata que dentro del grupo Latin Kings hay un «gran nivel de disciplina, con el fin de mantener la cohesión interna y la sumisión de sus miembros». Para conseguirlo, «imponen castigos físicos y el ejercicio de una presión psicológica» para velar por los intereses del grupo, que «son superiores a los intereses individuales de sus integrantes».
Por eso, apunta el escrito, «es muy difícil abandonar el grupo, una vez se ingresa», puesto que según el código interno de la banda, esto supondría «recibir veces durante un tiempo determinado de mínimo 30 segundos o realizar actos humillantes como obligarles a hacer flexiones u otros ejercicios físicos similares hasta quedar exhausto», entre otros, ante el resto de miembros del grupo.
