El primer teniente de alcaldía de Esplugues de Llobregat y concejal de Urbanismo, Eduard Sanz, ha pedido este martes la salida inmediata de las familias que siguen en el edificio El Barco, después de que se derrumbara un falso techo en febrero y este lunes se declarara su estado de ruina.
Sanz ha apelado a la «sensatez» y la «responsabilidad» de los que aún no han abandonado el inmueble, después de que la última noche hubiera seis familias que se han negado a marcharse y, a media mañana de este martes, se redujera a tres la cantidad de pisos que continuaban habitados.
El teniente de alcaldía les ha avisado de que «están poniendo en riesgo su seguridad», ya que el edificio «podría entrar en colapso y caer» en cualquier momento. De hecho, los informes técnicos apuntaban a que las patologías que acumulaba el inmueble son «una amenaza de riesgo estructural», recoge la ACN.
Dentro de la finca, este martes al mediodía, permanecían tres familias, con las que los servicios sociales han ejercido de mediadores durante todo el día para convencerlas de abandonar el espacio. Según el Ayuntamiento de Esplugues, les cortaron el suministro de gas mientras solicitaron al resto de compañías suministradoras que también les corten el agua y la luz.
«Esta es una situación que no se puede mantener», ha alertado el concejal de Urbanismo, que ha explicado que el consistorio ha pedido a los juzgados una orden judicial por si el reducido grupo de familias no acepta irse y considera que hay que ejecutar el desalojo a través de la justicia. Los Mossos d’Esquadra y los Bomberos han acordonado la zona por si fuera necesario acabar interviniendo.
En paralelo, empezaron los trámites para apuntalar los pisos, tareas que se prevé que duren hasta el fin de semana. Con las viviendas apuntaladas, la idea es que los vecinos puedan realizar varias entradas para recoger todas las pertenencias que consideren necesarias.
