El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha prometido este jueves a los representantes de las organizaciones de agricultores que su ejecutivo incrementará las inspecciones a distribuidores y superficies comerciales para asegurar el cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria. Lo hará con la creación de una nueva Agencia de Control Alimentario.
También ha prometido un programa de simplificación de la burocracia, especialmente para los pequeños agricultores, y llevar a Europa modificaciones de la Política Agraria Común para que se adapte mejor a la realidad del sector.
Planas también ha prometido que el Estado defenderá ante la Unión Europea el establecimiento de «cláusulas espejo» para que los productos importados no contengan elementos prohibidos a los agricultores comunitarios.
Planas ha hecho estas manifestaciones después de reunirse con los representantes de las organizaciones de agricultores Asaja, COAG y UPA, que se han manifestado este jueves en las carreteras de Madrid y hasta la puerta del Ministerio.
El encuentro, según ha afirmado, es la «continuación» de las reuniones regulares para «resolver la problemática concreta de los agricultores, ganaderos y medio rural» sobre las situaciones que viven.
El ministro ha recordado que el lunes se reunirá con las comunidades autónomas y el 26 de febrero asistirá al Consejo Europeo de agricultura, y buscará «dar respuesta» a las peticiones del sector.
Ha diferenciado entre la interlocución con las organizaciones agrarias y las manifestaciones de sectores ultra. «Estamos contemplando una serie de movilizaciones de los últimos días, algunas legítimamente espontáneas, que no han sido comunicadas, pero que reflejan una problemática, y a la vez una interferencia política evidente por parte de sectores extremistas que pretenden aprovechar estas reivindicaciones legítimas para sus intereses espurios». Un fenómeno que, según el ministro, «también están viendo las organizaciones agrarias».
