Las organizaciones empresariales Foment del Treball y Pimec se han pronunciado este martes contra la propuesta de Junts de sancionar a las empresas cambiaron su sede social en 2017, durante la fase álgida del proceso soberanista, como CaixaBank, Banco Sabadell, Colonial o Cellnex .
En un comunicado, Foment ha rechazado que el regreso de estas empresas «deba basarse en sanciones o incentivos a las compañías». La patronal presidida por Josep Sánchez Llibre ha asegurado que las empresas que se marcharon volverán «cuando consideren necesario» y haya «normalidad institucional» y «un clima económico favorable», difunde la ACN.
Por otra parte, Pimec no sólo no se ha alineado con la postura de Junts, sino que se ha mostrado partidaria de que se incentive el regreso a Cataluña de las sedes sociales de estas compañías.
En concreto, la patronal de la pequeña y mediana empresa ha propuesto que se incentive a las empresas que ubiquen su sede social donde desarrollan su actividad empresarial «con la voluntad de acabar con el dumping fiscal y favorecer el retorno de las empresas», añade la misma información.
El Gobierno de la Generalitat, por su parte, se ha posicionado contra la posibilidad de incentivar el regreso de estas empresas, aduciendo que así se penalizaría a las que se mantuvieron en Cataluña.
