En la actualidad, Afganistán, está marcada por conflictos y desafíos constantes.
Las mujeres afganas han enfrentado, enfrentan y enfrentarán más dificultades en su vida diaria, educación y participación en la sociedad.
Uno de los problemas más destacados es el limitado acceso a la educación. En estos momentos las niñas mayores de 10 años tienen prohibido ir al colegio, institutos y universidades.
Las leyes y normas culturales no dejan que una mujer vaya sola por la calle,una niña no puede jugar en un parque,la participación laboral es limitada,no pueden maquillarse, no pueden ponerse tacones,obligadas a cubrirse desde la cabeza a los pies con el burka,no pueden ser tratadas por médicos masculinos, lapidación pública por haber mantenidos relaciones sexuales fuera del matrimonio, prohibido reir en voz alta, prohibido practicar deporte, prohibido asomarse al balcón…simplemente por el hecho de ser mujer.
Son perseguidas, detenidas, agredidas física y sexualmente por reivindicar sus derechos, su presente y su futuro.
Mujeres que antes de la entrada de los talibanes en Kabul el 15 de agosto de 2021 tenían sus trabajos de juezas, fiscales, periodistas, profesoras…han visto como sus vidas en menos de 24 horas perdieron todo, han tenido que huir a otros países, algunos les han dado la protección internacional, pero muchas de ellas siguen estando escondidas en Afganistán solas, con sus hijos (a algunas han asesinado a sus maridos) y otras han sido vejadas.
A los pocos meses de la llegada de los talibanes al gobierno, hicieron llegar un edicto qué decía “las mujeres mayores de 15 años y las viudas menores de 45 años deben presentarse a la comisión cultural de los Muyahidines del Emirato Islámico. Estas hermanas se casarán con muyahidines y serán transferidas a Waziristán y escuelas islámicas con el fín de aprender las lecciones de la tenacidad islámica y aceptar el querido Islam “.
En estos momentos la Asociación ARIANA tenemos 40 mujeres, algunas de ellas con sus respectivas familias, que están esperando en Pakistán una entrevista con alguna embajada europea, estadounidense y australiana para que les den el visado y protección internacional.
El 90% de ellas tienen el visado de Pakistán caducado, el gobierno pakistaní no los renuevan y conlleva la expulsión del país y el traslado forzoso a Afganistán, lo cual todas ellas están en peligro de muerte si vuelven a su país, por sus actividades anteriores o incluso por haber huido con 19 años por no querer casarse con un talibán.
Es el caso de una de ellas, estaba estudiando primero de Medicina en la facultad y un talibán se fijó en ella, fue a buscarla a su casa, el padre dijo que no se la llevaban y le golpearon de tal manera que estuvo casi un mes en coma. Volvieron a buscarla, su madre embarazada de 8 meses también de interpuso y nació el bebé muerto. Mientras tanto, ella estuvo escondida en una azotea en la intemperie y nevando. Cuando el padre salió del coma y pudo escaparse del hospital, ese mismo día toda la familia huyó de Afganistán, están escondidos en otro país esperando una cita con la embajada. Tuvieron que vender todas sus pertenencias para poder obtener sus visados.
Las mujeres activistas nos dicen continuamente, “No os olvidéis de Afganistán y por favor, que ningún país reconozca nunca un gobierno talibán “
Por eso, nosotras también pedimos, que la comunidad internacional nunca los reconozca como gobierno y no os olvidéis de ellas.
Hay muchos países hoy en la actualidad que los derechos de las mujeres están pisoteados, pero sí os puedo decir que ser mujer en Afganistán es lo peor que te puede ocurrir.
No hay ningún país en el mundo que te prohíba la educación por el hecho de ser mujer. Afganistán, sí lo está haciendo.
La problemática situación de las mujeres afganas exige atención y acción continuas.
La educación, la igualdad de oportunidades y el empoderamiento son fundamentales para superar las barreras existentes.
La comunidad internacional debe incorporar una perspectiva de género sólida para asegurar un futuro más equitativo y justo para las mujeres del país.
La historia de las mujeres afganas en el siglo XXI está siendo escrita y es esencial que sea de superación y progreso.
