El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha avalado a la Superliga al considerar que es ilegal que la FIFA y la UEFA exijan autorizarla previamente. En una sentencia publicada este jueves, el tribunal con sede en Luxemburgo defiende la ilegalidad de esta autorización previa porque «las facultades de la FIFA y la UEFA no están sujetas a ningún criterio que garantice su carácter transparente, objetivo, no discriminatorio» y proporcionado». Además, el TJUE considera que existe «restricción de la competencia» en que estos dos organismos tengan el «control exclusivo» de los derechos de explotación de las competiciones.
El pronunciamiento del tribunal responde a una demanda presentada en un juzgado de Madrid por parte de la compañía impulsora de la Superliga -una iniciativa de algunos clubs deportivos, entre ellos el Barça, para crear una nueva competición de fútbol- después de que la FIFA y la UEFA amenazaran con sanciones a los clubes y jugadores que participaran. Alegaban que las normas de autorización de las competiciones y explotación de los derechos de difusión son contrarias al derecho europeo.
En la sentencia, el TJUE les ha dado la razón al considerar que las competiciones de fútbol y la explotación de los derechos de difusión son actividades económicas y, por tanto, deben respetar las normas comunitarias en materia de competencia y libertad de circulación. El tribunal argumenta también que la FIFA y la UEFA están «abusando de su posición dominante» porque se han otorgado la facultad de decidir «en qué condiciones pueden entrar en el mercado empresas potencialmente competidoras» sin que los criterios sean «transparentes, objetivos , no discriminatorios y proporcionados».
«De la misma manera, sus normas de autorización, de control y sancionadoras, teniendo en cuenta su carácter arbitrario, deben ser calificadas como restricción no justificada a la libre prestación de servicios», dice el tribunal, que remarca que en su sentencia no se pronuncia sobre si debe autorizarse o no la Superliga. En el caso de los derechos de explotación, el tribunal argumenta que las normas impuestas por la FIFA y la UEFA pueden estar perjudicando a los clubes europeos de fútbol, al conjunto de personas que operan en los mercados de medios de difusión y los consumidores y telespectadores para que les están «impidiendo beneficiarse de nuevas competiciones potencialmente innovadoras o interesantes».
