La mayoría de los ciudadanos de Barcelona y su área metropolitana no están satisfechos con la gestión de la zona de bajas emisiones

De forma generalizada, los ciudadanos consideran que la actual calidad del aire es mala y perjudica su salud, pero el 75% afirma no haber cambiado sus hábitos de movilidad desde la entrada en vigor de la zona de bajas emisiones, en 2020.

Widad Idriouich, Silvia Heras i Cristian Bardaji

El RACC y Zurich Seguros presentan el Estudio del impacto y aceptación de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona. El objetivo de este estudio es analizar el funcionamiento de ZBE en la ciudad de Barcelona y su área metropolitana, teniendo en cuenta la evolución de diferentes características, la renovación del parque vehicular, las intensidades de circulación o la calidad del aire, así como la opinión de los usuarios de la capital y sus entornos.

Las zonas de bajas emisiones son espacios delimitados por la administración pública donde se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento en el vehículo motorizado, según una clasificación de su eficiencia energética. Su propósito es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de gases y partículas contaminantes de los vehículos a motor con combustible fósil.

La Zona de Bajas Emisiones de Barcelona (ZBE), puesta en marcha en 2020, ha supuesto diversas medidas restrictivas a los vehículos más contaminantes en diferentes zonas de la ciudad.

Según las principales conclusiones del informe, el 75% de los ciudadanos encuestados considera que la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona no ha afectado a su movilidad habitual. De entre los que consideran que esta medida sí ha afectado a su movilidad cotidiana, los residentes fuera de Barcelona son los que manifiestan más afectación (26%), mientras que un 23% de los que viven en la ciudad lo cree así. Tampoco se desprende de su implantación un cambio modal que suponga un aumento del uso de modos de transporte sostenibles.

En una valoración general, los ciudadanos apoyan a la Zona de Bajas Emisiones (51%), pero en su opinión aspectos como la gestión y la comprensión de su funcionamiento tienen considerable margen de mejora.

El RACC y la compañía aseguradora Zurich han preparado este estudio con la voluntad de que sirva de referencia a las administraciones públicas e incorpora propuestas de gestión y mejora que permitan ayudar a los usuarios y administraciones a establecer criterios de funcionamiento de las ZBE. Para elaborarlo se han llevado a cabo 1.006 encuestas online realizadas a residentes de Barcelona (500 encuestas) y vecinos de su área metropolitana (506 encuestas).

1. DATOS DE MOVILIDAD Y AMBIENTALES DE PARTIDA

Reparto modal:

En los últimos 11 años (2011-2022) ha habido un crecimiento total de un 14% de los desplazamientos  a Barcelona (internos y de conexión). Analizando la variación del reparto modal en este período se observa que, mientras los desplazamientos internos tienen una evolución muy similar, en el caso de los desplazamientos de conexión, a partir de la pandemia se produce un cambio modal en favor del vehículo privado versus el transporte público.

Parque de vehículos, más de 10 años de antigüedad de media:

La edad media del parque de vehículos sigue superando los 10 años. En 2021 la edad media (11,7 años)  incluso incrementa, aunque muy ligeramente, respecto a 2019 (11,5 años).

Sobre el reparto de vehículos según su distintivo ambiental, se observan ligeros cambios entre 2019 y 2021, habiéndose incrementado los que poseen etiqueta C, 0 y ECO, y reducido los vehículos con etiqueta amarilla (-2%) y sin distintivo (-6%).

Intensidad del tráfico:

La puesta en funcionamiento de la Zona de Bajas Emisiones no ha repercutido en la reducción del tráfico. Es más, el vehículo privado presenta una tendencia a recuperar valores del año 2014, dejando atrás la reducción de la movilidad causada por la Covid – 19 en 2020.

Calidad del aire:

En la última década, se observa una evolución positiva de los contaminantes relacionados con el tráfico y en todos los casos los niveles están por debajo del máximo legal pero, sin embargo, siguen situándose por encima de los niveles recomendados por la OMS.

2. RESULTADOS DE LA ENCUESTA

Cómo se han comportado los afectados por la Zona de Bajas Emisiones

El 9,1% afirma haber cambiado el modo de transporte después de la puesta en funcionamiento de la Zona de Bajas Emisiones, pero de las encuestas realizadas se desprende que el reparto modal se mantiene muy similar al de antes de la implantación de la ZBE .

  • Un 18% de los ciudadanos afirma optar por la movilidad activa, porcentaje que se mantiene igual que antes de la implantación de la ZBE.
  • El 43,3% de los ciudadanos dice desplazarse en transporte público, lo que supone un leve incremento ya que previamente era un 41,7%.
  • El 38,7% confirma optar por el vehículo privado, suponiendo una leve reducción respecto a antes de la puesta en marcha de la ZBE (40,3%).

Sólo un 10,5% de los usuarios habituales del coche sostiene haber cambiado el modo de desplazarse a raíz de la implantación de la ZBE. Además, un 2,5% de los encuestados que antes no utilizaban el coche, ahora dice sí hacerlo.

De los usuarios de coche y moto, sólo el 8% afirma que se ha pasado al transporte público. De éstos, el 42% afirma que lo ha hecho porque a su vehículo no le correspondía ninguna etiqueta de la DGT, mientras que la mayoría (58%) señala que ya se planteaba cambiar y utilizar el transporte público antes.

Un 16% de los ciudadanos que se desplaza actualmente en coche/moto afirma haber adquirido un vehículo nuevo a causa de la implementación de la ZBE. El 57% de los compradores son residentes en el área metropolitana de Barcelona.

Valoración general de la ZBE

El 51% de los ciudadanos encuestados está en consonancia con la implantación de la ZBE en Barcelona. Se muestra un mayor apoyo por parte de los residentes en la ciudad (57% a favor), que en los residentes del área metropolitana (45% a favor), y en cuanto a la gestión de la ZBE, tanto los residentes en la ciudad como los del área metropolitana le dan un suspenso y en global le otorgan una puntuación de 4.6 sobre 10.

8 de cada 10 usuarios afirman no estar satisfechos con la gestión de la ZBE de Barcelona.

Contribución de la ZBE a la mejora del tráfico y de la calidad del aire

La mitad de los encuestados no cree que la ZBE reduzca el número de vehículos en vías urbanas/accesos, mientras que un 33% sí cree que contribuye a la mejora de la congestión. Se da una división de opiniones absoluta sobre la influencia de la ZBE en la renovación de la flota de vehículos: el 42% cree que no contribuye a esa renovación, y el 42% afirma que sí influye.

Sobre si la medida contribuye a la mejora de la calidad del aire de Barcelona y su área metropolitana, los encuestados muestran diversidad de opiniones:

  • El 38% cree que ZBE no contribuye a la mejora de la calidad.
  • El 37% considera que la ZBE mejora la calidad del aire.
  • El 23% no tiene claro el efecto de ZBE en la calidad del aire.

Sobre la comprensión del funcionamiento de la ZBE, 9 de cada 10 ciudadanos lo consideran muy difícil de entender, y la calidad del aire actual de Barcelona es valorada como perjudicial para la salud por un 68% de los encuestados

3. CONCLUSIONES

De la opinión que hemos recogido de los usuarios, se desprenden las siguientes conclusiones:

Más de la mitad de los usuarios está a favor de la ZBE, pero no aprueban cómo se ha implantado en Barcelona. Así, el 51% de los ciudadanos encuestados está en consonancia con su implantación en la ciudad, pero se muestran críticos en su mayoría con su gestión (84%) y con la comprensión de su funcionamiento (91%).

7 de cada 10 encuestados no han percibido un impacto en su movilidad habitual derivado de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona. Los que residen en el área metropolitana son los que mayor afectación reconocen (26%).

Tampoco se manifiesta un cambio modal en los desplazamientos por la puesta en marcha de esa medida. El 58% de los nuevos usuarios del transporte público afirma que la ZBE no ha tenido relación con el cambio modal. En la mitad de los casos empeoró el viaje, pasando a ser más lento que con el vehículo privado.

Los valores de contaminantes relacionados con el tráfico presentan una evolución positiva en la última década, aunque se siguen manteniendo por encima de los niveles máximos recomendados por la OMS. Los ciudadanos consideran que la calidad del aire de Barcelona es perjudicial para la salud (68%) y un 50% cree que la Zona de Bajas Emisiones no mejora la congestión de las vías de la ciudad.

En relación con la red de movilidad sostenible, aprueba el transporte público actual y la red ciclista urbana, pero no la interurbana ni los puntos de recarga eléctrica.

Redacción de El Triangle – Con la colaboración del RACC

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