La fase de rescate ya está acabando en Marruecos y los equipos empiezan a volver a sus países. Este es el caso del Equipo de Rescate y Emergencias de Cataluña (EREC) que ha estado en la región del Atlas durante la última semana. La cifra de víctimas mortales del terremoto de 6,8 de la escala Richter se acerca a las tres mil, pero el número de personas afectadas todavía es más elevado.
En declaraciones a EL TRIANGLE, el bombero Sebastià Valle Ruiz se ha mostrado satisfecho de la misión desarrollada en la zona del terremoto donde han «ayudado a reconocer parte del terreno para descartar si había que actuar en un pueblo u otro». Eran zonas poco accesibles y con muchas dificultades de movilidad al ser lugares muy montañosos. En la misión del EREC contaban con dos perros que les ayudaban a hacer los trabajos de rescate, junto a otros equipos presentes.
Según Sebastià Valle Ruiz, «la situación en la zona es complicada porque hay mucha pobreza y todavía queda mucho para hacer». Valle indica que ahora se está acabando la fase de rescate y ahora empieza la fase de emergencia humanitaria y de reconstrucción para intentar recuperar la normalidad a la zona.
A pesar de la presencia de equipos extranjeros en el país, Sebastià Valle Ruiz quiere destacar «las tareas invisibles que hacen personas de la comunidad marroquí que se están arriesgando a las carreteras del Atlas para llevar mantas, agua o medicamentos, y sus tareas son muy importantes. Para mí, son más heroicas que las que podamos hacer nosotros. La misma comunidad marroquí está gestionando la catástrofe, junto a su gobierno».
Según el bombero voluntario entrevistado, «Marruecos está haciendo buen trabajo y ha pedido la ayuda concreta para afrontar la primera fase de rescate». Ahora se entrará en una nueva fase, dado que hay mucha gente para atender y mucho para reconstruir».
El EREC ha participado en otras misiones internacionales a través de su equipo de voluntarios. En total, son más de un centenar de personas que se activan a partir de las emergencias internacionales y cada cual aporta su conocimiento y pericia.
El núcleo está activo en todo momento, y los voluntarios están en alerta en función de las emergencias detectadas en todo el mundo. Su objetivo es lograr la certificación USAR de Naciones Unidas, que los acreditará para participar en cualquier misión en todo el mundo, a pesar de que actualmente ya pueden participar con equipos ligeros y de poco personal.
