El Vaticano prevé crear una diócesis propia en Andorra, como primer paso para extinguir el coprincipado

El blog digital germinansgerminabit.blogspot.com afirma que Vaticano está retrasando expresamente el nombramiento de un obispo coadjutor de la diócesis de Urgell

El Papa Francesc

A medida que se acerca la hora de la jubilación del arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, crecen las especulaciones sobre el nombre de su sucesor y también sobre el futuro de la arquitectura institucional del país, basada en los pareages medievales del siglo XIII. Recordemos que Joan-Enric Vives cumple 75 años el 24 de julio del próximo año y que, a partir de ese momento, está obligado a presentar su renuncia al cargo.

El blog digital germinansgerminabit.blogspot.com, especializado en información religiosa y que suele disponer de muy buenas fuentes, ha afirmado que el Vaticano está retrasando expresamente el nombramiento de un obispo coadjutor de la diócesis de Urgell, que debería suceder a Joan -Enric Vives cuando se jubile, porque el papa Francisco tiene otros planes. Según esta publicación, el Vaticano ha llegado a la conclusión de que no tiene ningún sentido mantener el coprincipado episcopal de Andorra en el siglo XXI y que debe procederse a su extinción.

Por eso, habría puesto en marcha un plan por etapas, teniendo siempre muy presente de no conculcar la Constitución y hacerlo contando con la aquiescencia del otro copríncipe, el presidente de la República francesa. El primer paso sería la creación de una diócesis de Andorra, que se segregaría de la de Urgell y que dependería directamente del Vaticano.

Por su interés, reproducimos este artículo del blog germinansgerminabit, que firma Oriol Trillas:

“El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, visitará oficialmente a Andorra el jueves y viernes de esta semana para presidir la celebración de los 150 años de la proclamación de Nuestra Señora de Meritxell como patrona del Principado. La visita se produce a raíz de la invitación del jefe de Gobierno andorrano, Xavier Espot Zamora, que tuvo lugar en Roma a finales de 2021. Pese al motivo religioso, no intervino en ella el copríncipe Vives, lo que causó en él un natural recelo, hasta el punto de anunciar expresamente en la web diocesana que había sido el nuncio apostólico, Bernardito Auza, quien le había comunicado oficialmente la visita. Que quedara claro que la iniciativa no partía de la Seu d’Urgell.

La visita del cardenal Parolin tiene una especial importancia, dadas las reticencias del papa Francisco ante la figura del coprincipado de Andorra. Esta jefatura de estado con sotana, en manos de un sucesor de los apóstoles, no gusta nada a Bergoglio, veniendo a considerarla como un anacronismo feudal, que debe entrar en vías de extinción. El proceso puede ser lento y enrevesado, puesto que no debe conculcarse la Constitución andorrana y debe realizarse en conjunción con el otro copríncipe, que es el presidente de la República francesa, pero el Papa tiene la intención de que evolucione por unos senderos que concluyan con la expiración de este principado eclesial. Un principado que se corresponde con un paraíso fiscal y en el que el respeto por los derechos sociales deja bastante que desear.

La figura que inicialmente permitiría separar el obispado de Urgell del coprincipado andorrano sería la erección de Andorra como diócesis sujeta a la Santa Sede, al igual que se hizo como Mónaco en 1887. Se cumpliría con ello con la prevención de la regla general establecida en el Código de Derecho Canónico de una jerarquía eclesiástica propia para cada estado-nación. Esta decisión sería especialmente bien recibida por las autoridades del Gobierno andorrano, que llevan años anhelando olvidarse del palacio episcopal de La Seu d’Urgell. El nuevo obispado, genuinamente andorrano, sería el encargado de materializar la renuncia o traspaso de la prerrogativa de la jefatura de estado a la que dispusiera el pueblo de Andorra, sino que las instituciones españolas (civiles y eclesiásticas) tuvieran nada que decir.

Obviamente, la creación de un obispado andorrano dejaría muy tocada la diócesis de Urgell, tanto en número de habitantes como en recursos económicos, no en vano la aportación del Principado es fundamental, tanto para su prestigio como para sus arcas. Por eso, Vives, que no tiene algo de tonto y sabe la que se le cae encima, está moviéndose desde hace meses tras el nombramiento de un coadjutor. Un coadjutor de su preferencia; por lo que va filtrando interesadamente a los medios los números de su vicario general Ignasi Navarri y del vicario episcopal para Andorra, Mn. Antonio Elvira. En teoría, este coadyutor garantizaría la continuidad del principado en Urgell. Pero éste no es el propósito de Francisco, al que siempre han repelido las glorias mundanas de Vives, legando a prohibir personalmente su comparecencia como jefe de estado en las grandes celebraciones romanas, como había hecho con anterioridad a legada del papa argentino. Esto no ha sido óbice para que Vives haya ido moviendo su sotana ribeteada por otros palacios civiles, como se le pudo observar bien distinguido en la ceremonia de coronación de Carlos III de Inglaterra. Nunca ha existido un bisbe de Urgell con tanta ansia de demostración de poder como la de este prelado.

Como las decía, Vives no es tonto y es consciente de que se le está pasando el arroz. El 24 de julio de 2024 cumplirá 75 años y deberá presentar su preceptiva renuncia. Cuanto más se acerque ese día, más difícil será que le designen un coadjutor. Cuando a él le nombraron como tal, como derecho de sucesión al bisbe Martí Alanís, éste aún no había cumplido los 73 y la coadyutoría duró dos años. Acercarse a la edad de renuncia parece incompatible con esa figura episcopal. Para ello se le acepta la renuncia al saliente y se designa a nuevo bisbe. De ahí las prisas y filtraciones de Vives.

Y por si fuera poco, después está el problema del aborto y las constantes presiones que sufre el gobierno andorrano para despenalizarlo. Un problema que la Santa Sede pretende ahorrarse y que sería mejor planteárselo sin una jefatura de estado que debiera sancionar la ley. Parolin deberá extremar sus dotas diplomáticas esta semana. En cualquier caso, el futuro del copríncipe eclesial de Andorra cotiza a la baja”.

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