El presidente de la asociación que reclama un ejército catalán asegura que el servicio militar debe ser obligatorio si Cataluña sale de la OTAN

El presidente de la asociación Societat d’Estudis Militars (SEM) que promueve la creación de un ejército catalán, Pol Molas, considera que Cataluña debería tener un servicio militar propio si quedase fuera de la OTAN al proclamar su independencia. “En caso de que nos quedáramos fuera de la OTAN, por decisión propia o porque no nos admitieran, debería desarrollarse a toda costa un modelo de defensa bien amplio y esto pasaría por la conscripción obligatoria así como un presupuesto de defensa notable, porque deberíamos asegurarnos de que nadie pudiese ejercernos una coerción armada. Todo nos lo deberíamos proveer nosotros”, explica Molas en una entrevista publicada el 6 de febrero en la revista En Marxa! Esta revista, que se aloja en enmarxa.cat nació hace nueve meses porque «en el momento actual de crisis social y nacional es fundamental trabajar para el rearme ideológico, estratégico y organizativo del Moviment Català d’Alliberament Nacional (MCAN)».

Molas, que es invitado a menudo a TV3, Catalunya Ràdio y RAC1 para analizar la evolución de la guerra en Ucrania aunque no tiene ninguna formación académica que avale su conocimiento, no es partidario de que el ejército catalán que propugna quede fuera de la OTAN. “Yo en ese aspecto soy bastante pragmático y soy partidario de no generarnos más adversarios de los que ya tenemos. Si le decimos a la Alianza Atlántica que le generaremos un agujero de seguridad en su flanco sur quizás no lo tendremos tan fácil a la hora de recibir reconocimientos. Pero lo que opine yo es menos relevante que lo que acuerde la mayoría independentista que saque adelante la independencia. Yo soy partidario de no generarnos más adversarios de los que ya tenemos”, afirma en la entrevista a En Marxa! Además considera que la formación de los soldados es relativamente rápida: “La formación básica de un soldado de infantería son cuatro meses. Lo básico: moverse, comunicarse y disparar; todo esto está estandarizado y en cuatro meses lo tienes”.

El presidente de SEM cree que «hasta ahora el tema de la política de defensa estaba monopolizado (o directamente anatematizado) por el movimiento pacifista» y que la inexistencia de un programa de defensa por parte del gobierno de Carles Puigdemont que proclamó la independencia hizo que internacionalmente no se considerase en serio esta proclamación. “Si tú dices que no te harás cargo de tu territorio y espacio marítimo y aéreo, nadie se jugará los cuartos por ti. Evidentemente, nadie espera que lo tengas preparado de un día para otro, pero si no hay una declaración con planes de contingencia no se ve serio y entienden que es un elemento de consumo interno”, dice y acusa al entonces consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, pacifista convencido, de no querer hablar de estos temas.

Critica también al Parlament de Catalunya porque «en 2016 nos disparamos un tiro en el pie cuando aprobó una ley para no acoger empresas de defensa» y a la CUP, por oponerse a la creación de un ejército catalán. “Todo sea dicho, esto no es un problema sólo de la CUP; el tema de la defensa aún no se ha abordado a fondo desde ninguno de los partidos independentistas, y si los que deben hacerlo no lo hacen y encima subvencionan instituciones por la paz que dan una visión sesgada de lo que es el pacifismo, el problema sigue estando donde está”.

Una Catalunya independiente necesitaría un ejército formado por 20.500 soldados y debería contar con 80 tanques, dos fragatas, cuatro submarinos y 70 aviones de combate, entre ellos 30 F16, según los datos incluidos en el informe “La defensa de una Catalunya independiente” escrito por el coronel retirado irlandés Dorcha Lee y difundido por la SEM Este informe fue presentado el pasado 17 de mayo en la Universidad Pompeu Fabra en un acto organizado por la SEM, la FNEC y Nosaltres Sols, y presentado por Pol Molas.