Porque hundía la nueva campaña de desprestigio de Cercanías Renfe que se estaba haciendo ese día porque uno de sus trenes de mercancías había descarrilado horas antes. A las 13:20 horas del martes 22 de agosto, el primer vagón de un tren de mercancías de Renfe descarriló entre las estaciones de Marçà-Falset y Els Guiamets. Este descarrilamiento obligó a ofrecer con autobuses sustitutorios el transporte de pasajeros entre Móra la Nova y Reus. La incidencia hizo que de inmediato los medios independentistas, incluida TV3, destacaran la noticia y la enmarcaran en la campaña para reclamar el traspaso de Cercanías Renfe a la Generalitat.
Ferrocarriles de la Generalitat ocultó que esa misma tarde un tren de mercancías suyo, que transportaba potasa de la minería del Bages al puerto de Barcelona, también descarriló. Los medios de comunicación no se enteraron porque FGC no informó de esta incidencia. El descarrilamiento del tren de FGC no se supo hasta dos días más tarde cuando Catalunya Informació lo dio a conocer. En su información, la emisora recogió la opinión de Joan Carles Salmeron, autor del libro “Los trenes de la sal. Un siglo de Ferrocarril y minería en el Bages”, que explicó que muy probablemente el descarrilamiento se produjo debido al sobrecalentamiento de las vías por la ola de calor que estamos sufriendo.
En 8 días se han producido tres descarrilamientos en las vías de tren en Cataluña. El gobierno de la Generalitat tiene transferidas muchas competencias en la gestión del servicio de Cercanías. Entre ellas, las de fijar los horarios, el tiempo de paso de los trenes, las tarifas y también la información a los usuarios. El gobierno de la Generalitat que reclama el traspaso íntegro de Cercanías es, al mismo tiempo, el que informa de las incidencias que se producen en este servicio. Luego pasa lo que pasa.
