Zapatero, ¿político revelación?

Una de las sorpresas de la precampaña electoral del 23-J viene siendo el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Mientras Felipe González está missing u orquestando en la oscuridad, ZP ha decidido arremangarse y echarle una mano a Pedro Sánchez que, según las encuestas, no ganaría las elecciones. Consciente de ello, Zapatero no escatima esfuerzos y despliega su mejor versión para ayudar a un Sánchez que, como clamaba Inés Arrimadas a la desesperada, “huele” a remontada; en el caso de la política andaluza, el olor fue una falsa alarma, en caso de que nos ocupa, veremos.

Inesperadamente, la gira de Zapatero despierta pasiones; hasta el extremo de convertirse en el político revelación de la campaña. Desacomplejado, el político del talante está cerrando más de una ultraderechista boca. A Zapatero siempre le ha probado el cargo de expresidente. Como ya escribí en su día y se confirma ahora, Zapatero desdice la teoría de González de los jarrones chinos, según la cual los expresidentes “somos como grandes jarrones chinos en apartamentos pequeños; no se retiran del mobiliario porque se supone que son valiosos, pero están todo el rato estorbando“. Zapatero, lejos de estorbar, ayuda, y si no que se lo pregunten a Sánchez que, cuando más lo necesitaba, le ha salido un telonero de lujo. En el mundo hay expresidentes que saben triunfar en su nuevo rol, incluso se da el caso de políticos mejores expresidentes que presidentes. el estadounidense Jimmy Carter es un buen ejemplo de ello.

En esta reñida campaña electoral, Zapatero está matando a dos pájaros de un tiro. Por un lado, ayuda a Sánchez a remontar, y por otro, reivindica su legado. Visto con perspectiva, el gobierno del leonés luce más que antes; con el paso del tiempo, la herencia se ha revalorizado. Y es que tiene razón el expresidente cuando dice que muchos de los avances sociales logrados por el gobierno de coalición de izquierdas de hoy no hubieran sido posibles sin la siembra de sus gobiernos. Aparte de cumplir la promesa de retirar a las tropas españolas de Irak, que no es poco, el de Zapatero es el gobierno que acabó con ETA, hecho, no menor, que reivindicaba el otro día en campo contrario: «Fue mi gobierno. Sí, lo reivindico y estoy extraordinariamente orgulloso. No fue con el de José María Aznar ni con el de Felipe González. Creo que tengo la mayor información al respecto. Sí, pasó con mi gobierno, con una doble estrategia de autoridad democrática y acción política.” Por otro lado, uno de los activos más importantes del gobierno de Zapatero es, sin duda, la aprobación de la ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo, siendo España el tercer país que lo hacía, después de los Países Bajos y de Bélgica.

Así, ya va siendo hora de que se le reconozcan a Zapatero y a sus gobiernos algunos méritos.

(Visited 105 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario