La Agencia Catalana del Agua (ACA) estudia vaciar el pantano de Riudecanyes (Baix Camp) para poder regar y salvar los avellanos del Baix Camp y del Tarragonés. De este modo, se desembalsarían 0,26 hm³ de agua de los 0,34 que quedan actualmente. Según ha podido saber la ACN, esta medida se podría tomar los próximos días.
Antes, sin embargo, se tiene que garantizar el agua potable para el municipio, puesto que Riudecanyes se abastece únicamente del pantano y fuentes de Acción Climática aseguran que la prioridad es el agua de boca. Por eso, la próxima semana, una empresa hará una prospección para abrir un nuevo pozo. Paralelamente, Acción Climática negocia con la empresa Forestal Catalana la retirada de peces para evitar una mortandad de estos si se vacía el pantano.
Desde el anterior mandato, el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de abastecerse de agua freática, «ser autosuficientes», dice el alcalde de Riudecanyes, Ernest Roigé, a la ACN. Además, el equipo de gobierno está realizando obras para ordenar el acceso a los depósitos de agua para que se pueda llegar con camiones cisterna. Contemplan que a medida que baje la cantidad de agua del pantano, esta perderá calidad y habrá que diluirla con agua externa. Son dos proyectos que trabajan desde hace como mínimo dos años, aseguran, a pesar de que reconocen que la situación de sequía los ha «acelerado».
Riego de emergencia con agua de la depuradora
Por otro lado, la Comunidad de Regantes del Pantano de Riudecanyes está preparando un documento técnico para sacar adelante el riego de emergencia, licitar el proyecto y ejecutar las obras para poder utilizar el agua regenerada de la depuradora de Reus. Fuentes de la Comunidad de Regantes explican que es un trabajo que tendría que hacer el Departamento de Acción Climática, pero que si se hace desde un ente público, el proyecto no se adjudicaría hasta otoño.
Los regantes calculan que tendrán que construir entre siete y ocho kilómetros de cañería para bombear el agua de la depuradora a la red de la comunidad de Riudecanyes. Esta infraestructura no estaría terminada hasta el mes de agosto, unas semanas «cruciales» para los avellanos. Por eso, antes prevén poder utilizar el agua que queda en el pantano.
