El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha criticado el acuerdo «contra natura» en el Ayuntamiento de Barcelona para investir Jaume Collboni como alcalde, con los votos del PSC, los comunes y el PP. En una entrevista a Catalunya Ràdio ha señalado que «se unieron para frenar» el independentismo, partidos que «se habían estado atacando durante la campaña y que no tienen nada en común».
De hecho, Aragonès ha dicho que no tiene «ninguna duda» de que «si los números dan» después de las elecciones catalanas la misma situación se repetirá en el Parlamento de Cataluña. «Si no lo han hecho ahora es porque no han podido, y por eso nos tenemos que entender», ha remarcado el presidente, que ha instado a todo el independentismo a ponerse de acuerdo «sin imposiciones, reproches y respetando la pluralidad».
El presidente de la Generalitat ha defendido que hay que «trazar un mínimo compartido» y ha señalado que «quién defiende el actual modelo del Estado ya lo tiene». Al ser preguntado por una eventual investidura de Pedro Sánchez después del 23-J, Aragonès ha dicho que lo que haría falta es poner un precio «conjuntamente» desde el independentismo y ha insistido en el hecho de que hay que encontrar «un mínimo compartido» y «dejar la dinámica de competencia entre independentistas y pasarla en la cooperación».
Aragonès ha lamentado el acuerdo en Barcelona y ha reprochado a los tres partidos que lo protagonizaron que mientras que en la capital catalana hubo acuerdo, de cara al 23-J «dirán que hay que pararse entre ellos». «Pero aquí se han puesto una alfombra roja», se ha quejado. Además, ha afirmado que Barcelona es «muy importante» y ha añadido que «muchas veces los poderes del Estado lo tienen más claro que el independentismo».
