Los Mossos d’Esquadra han recibido una denuncia por abusos sexuales contra el sacerdote Francesc Peris, de la escuela de los Jesuitas de Casp de Barcelona. Lo ha avanzado El Periódico, y lo han confirmado a la ACN fuentes policiales. Según el rotativo, hay dos denuncias: una la presentó el 23 de mayo un hombre que habría estado alumno del religioso durante la década de los 70 , y la segunda demanda es de una mujer y los hechos habrían ocurrido a mediados de los 90, cuando la escuela empezó a recibir niñas.
En el caso del hombre, los hechos habrían tenido lugar durante unas colonias en Viladrau (Osona) y el cura habría hecho tocamientos a la víctima. En cuanto a la mujer, los abusos se habrían producido en el despacho del sacerdote y también habrían consistido en tocamientos. Hace pocas semanas, el diario El País publicó el testimonio de varias víctimas que sufrieron abusos sexuales por parte de Francesc Peris, primero, en la escuela barcelonesa, y después, en Bolivia, donde este sacerdote habría sido trasladado después de los primeros hechos.
El pasado 22 de mayo, 234 exalumnos de la escuela Jesuitas de Casp de Barcelona hicieron pública una carta en que exigían una condena pública de la institución a estos presuntos abusos. La misiva explicaba que, a pesar de que los hechos habían sido denunciados en 2021 al Vaticano y a la Conferencia Episcopal Española, hasta ahora no ha habido un «posicionamiento firme y público de condena por parte de la institución». En este escrito, dirigido al colegio y al Departamento de Educación, las víctimas consideran «de extrema gravedad» que la Compañía de Jesús «no haya actuado de manera decidida para facilitar la investigación».
Se da la circunstancia de que, el pasado 25 de mayo, dos exalumnos de este mismo centro educativo acusaron de abusos sexuales a otro religioso de la institución, Francesc Roma, quien compartió claustro con Peris. Según el relato de las víctimas, este cura también habría utilizado las sesiones de tutoría para hacerlas entrar en su despacho, sentarlas en su regazo y hacerles tocamientos por encima de la ropa. Estas caricias habrían llegado hasta los genitales.
