Centenares de conductores de empresas como Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), Avanza y transportistas de mercancías han protestado este jueves en Barcelona para reclamar la jubilación a los 60 años, un hito que ven «importantísimo» para garantizar la seguridad de todos los usuarios que circulen por las vías públicas. «El trabajo es muy duro, peligroso y desgastante», ha explicado Jordi Giménez, un conductor asalariado con 30 años de experiencia.
Los manifestantes se han concentrado ante la delegación del gobierno español en Barcelona y han iniciado una marcha de protesta hasta plaza Cataluña, en medio de cánticos y petardos. La CGT, el sindicato convocante del paro, ha cifrado en un 90% el seguimiento en TMB, la empresa más grande del sector en Barcelona. Sin embargo, la huelga es extensible a conductores profesionales de transporte de personas y mercancías por carretera en toda España.
Los movilizados reclaman que se les aplique el Real Decreto 1698 aprobado en 2011 por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que dice que todos los trabajos con un «excepcional índice de penosidad y peligrosidad» merecen un coeficiente de reductor o la anticipación de la edad para acceder a la jubilación. Entre las profesiones que se pueden acoger a estas bonificaciones están, entre otras, bomberos o policías.
«Cotizaremos como todo el mundo, pero si a los policías y a los toreros y a determinada gente les dan esta jubilación, ¿por qué no a nosotros que llevamos a gente?», se ha preguntado Juan Ramiro, delegado de la CGT en el comité de autobuses de TMB, que ha dicho que «la seguridad» de los usuarios es vital. «Es evidente que con 63 años, como es mi caso, no tienes la misma capacidad de reacción con lo que te encuentras en la calle que con 40 años», ha ejemplificado.
Por otro lado, el sindicalista ha afirmado que esta medida beneficiaría a las mismas empresas porque se librarían de pagar nóminas con más antigüedad, y también a la sociedad porque serviría para que más personas pudieran encontrar trabajo. Por eso, ha hecho un llamamiento al gobierno español para que acepte su reivindicación.
«No solo estamos en riesgo nosotros, tenemos extensiones de trabajo muy amplias, de hasta 15 horas diarias y algunos las sobrepasan. Estamos poniendo en riesgo la seguridad de todos los usuarios de las vías públicas y carreteras del Estado y de Europa«, ha afirmado Jordi Giménez, que es transportista de mercancías.
