La patronal catalana de la fruta, Afrucat, estima en 164 millones de euros las pérdidas directas del sector en las zonas en las que este año no haya cosecha como consecuencia de las actuales restricciones de agua por la sequía, entre ellas el cierre del canal de Urgell. Sin embargo, si se llegara a un escenario que no garantizase la supervivencia de los árboles, habría que sumar unos 600 millones de euros, correspondientes al coste de replantación y el de los años posteriores, aproximadamente cinco, hasta que volvieran a producir en pleno rendimiento.
Por ello, Afrucat pide a las administraciones que soliciten una autorización a la UE para desplegar «ayudas de Estado», un mecanismo que permite sobrepasar las subvenciones ya previstas de «mínimos» en situaciones de «fuerza mayor».