Antes de que acabe el año, se multiplicará por cuatro el agua subterránea del río Besòs, que se potabiliza para el consumo humano. Se realizará en la estación de tratamiento de agua potable del Besòs, que recuperará el agua del riego condal. Es una infraestructura con 1.000 años de historia, que se utilizaba para abastecer de agua a Barcelona.
En estos momentos, desde esta estación de tratamiento de agua potable se potabilizan unos 200 litros de agua cada segundo; la previsión es que en junio sean ya 400, ya finales de año, 860 litros por segundo. La mayoría de este agua, que servirá para abastecer a la zona de Barcelona, será subterránea, del riego condal.
Para conseguirla, los próximos meses se tendrá que construir una tubería que atraviese todo el río Besòs, hasta su nacimiento; unas obras que se tramitarán por urgencia. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dicho que el Govern hará todo lo que esté en sus manos para retrasar la entrada a la emergencia por sequía si no llueve.
«De la sequía, en cuanto al régimen de lluvias, no podemos controlar ni su intensidad ni su duración, pero debemos estar preparados para poder afrontar una sequía si se alarga mucho en el tiempo y si es de una dureza extrema. Hay que estar preparados para la peor de las situaciones, y lo estaremos», detalló.
Aragonès también ha pedido al gobierno español que todos los gastos para hacer frente a la sequía se desvinculen del objetivo de déficit, como ocurrió con la pandemia.
En paralelo, la comunidad de regantes de los canales de Urgell pedirá la declaración de zona catastrófica. Lo han acordado este miércoles, en un pleno en Mollerussa. Alertan de que, si no llueve, se cerrará el riego a finales de mayo.
