Tras la dimisión de Isaías Taboas a raíz del caso de los trenes que no cabían por los túneles, el gobierno español ha nombrado al catalán Raül Blanco como nuevo máximo dirigente de la compañía de trenes estatales. El miembro del PSC fue destituido hace dos meses como secretario general del Ministerio de Industria tras el fiasco de los Perte, pero ahora el ejecutivo estatal le recoloca al frente de Renfe.
Junto con Taboas, también ha presentado su renuncia la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, que será sustituida por el madrileño David Lucas.
Ambas dimisiones se deben al desastre con los trenes destinados a la red de Cercanías de Cantabria y Asturias. El plan era estrenar los convoyes en el 2024, pero el percance obligará a reformular el calendario y aplazarlo hasta el 2027.
Hasta 31 trenes diseñados por Renfe y destinados a la red de Cercanías de Cantabria y Asturias no pueden pasar por los túneles por culpa de un error de cálculo. Son demasiado grandes. Un error que podría costar hasta 258 millones de euros de las arcas públicas del Estado.
Un error que retrasa dos o tres años más la renovación de los trenes en las comunidades autónomas. Ante la gravedad de la situación, la ministra Raquel Sánchez ya había anunciado «destituciones inminentes».
