Cataluña registró durante 2022 un total de 1.823 hechos delictivos en que se intervino un arma blanca, una cifra que supone un incremento del 44% respecto a 2019. Según los datos de los Mossos d’Esquadra, el año pasado también se interpusieron 6.267 denuncias por tenencia de armas, un número que supone un aumento del 80% en comparación al año 2019 y que está relacionado con el incremento de dispositivos y controles policiales.
Más de la mitad de los delitos con intervención de armas blancas se han producido en Barcelona y su área metropolitana. Concretamente, esta zona ha concentrado un 66% del total, hecho que concuerda con el auge de «la cultura de la navaja» de la que alertó el teniente de alcaldía de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle.
Las tipologías delictivas más habituales en que se detectan armas blancas son las amenazas, las lesiones, lesiones leves y malos tratos en el ámbito del hogar, y también afectan a robos con violencia, pero en menor medida. Para prevenir hechos delictivos y reducir la presencia de armas blancas, los Mossos d’Esquadra han activado en todo Cataluña el Plan Daga que contempla, entre otras acciones, garantizar la seguridad en las zonas de ocio.
