La presidenta de Junts per Catalunya, Laura Borràs, acudió al Parlament los días que se celebraba el pleno de la semana pasada. A las puertas del edificio, dentro del parque de la Ciutadella, centenares de profesionales sanitarios se manifestaban contra las políticas del Gobierno catalán en medio de uno de sus días de huelga.
Laura Borràs, que ahora se muestra más crítica con el Govern que cualquier miembro de la oposición más dura, vio la oportunidad de darse un baño de masas sumándose a las reivindicaciones de los sanitarios, y salió a las puertas del Parlament a dejarse aplaudir y a rodearse de manifestantes que la vitorearan. Lejos de esto, los manifestantes la abuchearon, silbaron y acusaron a Junts de ser poco partidarios de la sanidad pública. Ella se marchó toda sorprendida.
Borràs fue suspendida de su cargo, sus funciones y sus derechos y deberes en el Parlamento de Cataluña ya hace meses. A pesar de esto, ella asiste al inicio de cada pleno para poder sentarse en la tribuna de invitados, hacerse la foto y hacer un tuit denunciando la injusticia que cree que se ha hecho con ella. Un diputado de Junts lamentaba la semana pasada en privado a unos periodistas que “van pasando los plenos y todavía no lo tiene asumido”.
