El independentismo más loco pone en marcha una virulenta campaña contra Junqueras y ERC

Desde sectores de JxCat y la CUP se profieren graves acusaciones para desacreditar al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès

Oriol Junqueras

Palabras gruesas: “No es como dice Rahola, que ERC se haya vendido por los indultos, ni que Junqueras nos haya traicionado, ni siquiera que busquen la hegemonía o que se hayan imbuido del síndrome de Estocolmo. Lo demostrable por los acontecimientos es que Junqueras entró en el 2011 en ERC para destruir desde dentro el independentismo y lo ha conseguido”. La acusación forma parte de un duro escrito que se ha hecho viral desde finales de noviembre entre algunos círculos independentistas hiperventilados cercanos a Carles Puigdemont y al núcleo más duro organizado en torno a Laura Borràs, presidenta de Junts per Catalunya (JxCat). El escrito, firmado por Jordi Sanahuja, es un misil en la línea de flotación del presidente de ERC, Oriol Junqueras, que es quien sale peor parado.

El líder republicano se ha convertido en el enemigo público número 1 de Junts, y desde el partido de Borràs han comenzado una campaña sin tregua para erosionar su imagen pública. “El problema radica en que todos partimos de una hipótesis falsa: Junqueras es un hombre atrapado por las circunstancias. De este pensamiento no sale nada coherente. Si partimos de la hipótesis que Junqueras lleva preparando la destrucción del independentismo desde 2011, todo encaja”, continúa el texto.

Los ataques contra Junqueras llegan desde Junts, pero también desde los Comités de Defensa de la República (CDR) y desde la CUP. Se ha abierto la veda y el presidente de Esquerra se ha convertido en una pieza de caza mayor. A su lado, Pere Aragonès, Gabriel Rufián y Joan Tardà son los dirigentes de ERC que están en el punto de mira de los segmentos más locos del independentismo, que ya les han condenado a ser inmolados en la hoguera de la patria por traidores y colaboracionistas.

La consigna «ERC es un fraude» se repite en los foros extremistas. Y las referencias a Junqueras o a sus compañeros de partido llegan al insulto personal o a calificar directamente de “fascista” al presidente de Esquerra, en un acoso mediático que hasta ahora sólo se había dado con destacados espanyolistas. Determinados activistas de los CDR no se esconden de dar el calificativo de “poco honorable y dictador” a Aragonès. “La claudicación y la rendición de ERC es evidente. Su estrategia arrastra/condiciona partidos, entidades y gente. Lo han trinchado todo. Hace 5 años discutíamos con tabarneses y ñordos. Ahora pienso en todos los represaliados por no hacer la independencia. Solo hay que comprobar lo que decía Junqueras hasta el 2017 y lo que dice actualmente. Rendición absoluta de ERC”, lanzaba la primera semana de enero de 2023 un conocido activista de los CDR.

Mayordomos y camareros

Salvador Ribot, más conocido en redes sociales como Muscluman, echaba más leña al fuego el 4 de enero despreciando el papel de la Generalitat ante la cumbre hispanofrancesa prevista en Barcelona entre Pedro Sánchez y Emmanuel Macron: “Han encomendado al Govern el catering del tinglado, mayordomos y camareros. Están muy contentos por este encargo y parece que hay hostias para realizar el servicio”, tuiteó ante la noticia de que Aragonès no conocía los detalles de la cumbre. Ribot oscila entre su activismo de CDR y una desmedida devoción por Quim Torra y Carles Puigdemont.

Tampoco los junteros se lo ponen fácil a los republicanos. Desde sus filas acusan a Junqueras de que «siempre ha elegido lo más perjudicial para Catalunya, sin excepción, y para conseguirlo necesitaba estar liderando el proceso para disponer de toda la capacidad de acción que la coyuntura política le permitía».

El escrito de Jordi Sanahuja detalla las supuestas “traiciones” de Junqueras, puestas de manifiesto al rechazar por primera vez el frente común independentista en las elecciones del 2015. “La ocasión para planificar la puntilla la encontró en la reunión secreta con la franquista Soraya Sanz de Santamaría a principios del 2017, a unos ocho meses del referendo y a escondidas de Carles Puigdemont. Poco después, el encuentro fue revelado por la prensa y nunca ha sido desmentido. En su línea, Junqueras nunca dijo nada del tema, pero tampoco se atrevió a negarlo. ¿De qué podrían haber hablado tan en secreto en un momento tan crítico?”, le reprocha Jordi Sanahuja.

El informe es más bien un libelo contra el presidente de Esquerra. La hipótesis de los junteros es que en el pacto secreto de Junqueras con Sáenz de Santamaría “acordaron que Junqueras siguiera liderando el movimiento independentista para hacerlo explosionar cuando la gente ya no pudiera reaccionar. Si se hacía explotar antes, existía el peligro de que el partido quedara descabalgado del proceso, como le ocurrió a la Unió de Duran Lleida. Así, Junqueras se mostraba como el más abrumado de todos e incluso acusó de traidor a Puigdemont, a través de su lacayo Rufián, cuando se inclinó tras el referéndum por las nuevas elecciones. La idea inicial –plan A– era que fuera el propio Puigdemont quien se echara atrás para denunciarle como traidor y retirarle del campo de batalla político, a él ya su partido. Y entonces, solo, haría y desharía a su antojo. Junqueras tendría todo el apoyo del establishment (prensa, radio, TV) y de todos los partidos políticos, por lo que Puigdemont y JxC quedarían aislados y desactivados. Puigdemont no cedió, el referéndum se realizó y la DUI se proclamó. De esta forma, Junqueras se vio obligado a activar el plan B: rendición sin condiciones, ir a juicio y ya harían algo para ahorrarle la cárcel”.

Jordi Sanahuja, al igual que miles de hiperventilados, se mofa de Junqueras porque no le salió bien la jugada y tuvo que pasarse tres años en prisión. “Tres años de renuncia contra Puigdemont por no haberse rendido antes de que él tuviera que hacerlo. El indulto llegó, mucho más tarde de lo esperado, pero llegó. De hecho, España no podía aguantar muchos días más la presión internacional por los presos políticos y los habría liberado sin ningún tipo de negociación. De nuevo Junqueras les hizo el favor de aceptar un indulto acondicionado que salvaba la cara del Govern y Pedro Sánchez frente a los españoles, y era vergonzoso para nosotros”. A partir de esta situación, JxCat se convirtió en «el enemigo a abatir por ERC».

Los CDR, por su parte, aprovecharon el discurso de Navidad de Pere Aragonès para cargar contra los republicanos. Ante el anuncio de impulsar en el 2023 un debate social para volver a realizar un referéndum, los CDR contestaron recordando algunas de las promesas de Junqueras en el 2017 y difundiéndolas por las redes en los foros soberanistas: “Junqueras asegura que esta vez, el referéndum será vinculante”, cuando había dicho que “tenemos una convocatoria de referéndum que está amparada por la ley y que será vinculante”, por ejemplo. O aludiendo a una frase desgarradora de Rufián: “Tarat es quien proclamó la independencia, no quien hace un tuit”.

Tampoco se olvidan de intervenciones incluso más antiguas, como unas declaraciones del presidente de ERC en 2014 a la Agencia Catalana de Noticias, en las que aseguraba que “no entendería que el sí-sí [en la consulta convocada por Artur Mas para noviembre de ese año] necesitara más del 50% más uno de los votos para que la independencia fuera reconocida”. La conclusión de los CDR es clara: “La farsa de ERC es insoportable. Ni por Sant Esteve nos dejan tranquilos estos farsantes. El referendo ya se hizo y ganamos. Sinvergüenzas”.

Jordi Estivill, número 2 de la CUP por Barcelona en las próximas municipales, recuperó algunas informaciones que habían salido sobre Pere Aragonès y lanzó hace unos meses por Twitter un hilo con los negocios de su familia para intentar desacreditar al presidente. Su trabajo fue aprovechado para una reciente campaña anti-ERC en foros alimentados por grupos arruinados de JxCat. Era la culminación de una pinza Junts-CUP contra Esquerra.

Del abuelo del presidente, Josep Aragonès, Jordi Estivill recuerda que construyó “el mayor hotel del Estado en Pineda. Alcalde franquista desde 1966, siguió siéndolo como dirigente de Alianza Popular hasta 1987”. Llegó a publicar una foto suya junto a Manuel Fraga Iribarne. Pere Aragonès padre, en cambio, fue concejal de CiU. Sobre el presidente, subraya que «no es destituido como otros altos cargos cuando se aplica en 155 y es el hombre de Montoro en la Generalitat». Además, aduce que “es un socioliberal de familia acomodada. Un hombre de orden, partido y coche oficial”.

Ante la queja de uno de los miembros del foro de que no se publicaba el nombre de la cadena hotelera de la familia, otro de los integrantes señalaba que era Golden Hotels & Experiences. Por su parte, I S.P., uno de los activistas más radicales, recordaba que los hoteles de la familia Aragonès “han recibido 7 millones en créditos ICO” y que “en 2020, el año más duro de la pandemia, sufrieron unas pérdidas de 10 millones”.

Pacto secreto con Pedro Sánchez

Los ataques más organizados contra Junqueras y ERC provienen, sin embargo, de JxCat. En dicho informe de Jordi Sanahuja explica que la meta de Esquerra era ser el partido hegemónico y barrer Junts de la vida pública, y expone unas enrevesadas y supuestas razones por las que Junqueras rehuye públicamente un entendimiento con el PSC: “La idea era que sin JxC, ERC no tendría rival en el campo nacionalista y podría mandar dentro de la colonia catalana con hegemonía, y sólo con el PSC como rival, por lo que nunca ha querido llegar a acuerdos con el PSC, aunque sea el hermano desvalido del PSOE, su gran aliado. Para llegar a este punto, faltaba que JxCat se dejara enredar, y la figura de Jordi Sánchez –apoyando de forma incomprensible la presidencia de los republicanos y el control por parte de ERC de los medios de comunicación– lo hizo posible. El círculo se había cerrado”.

Los hiperventilados acusan a Junqueras de haber fracturado el mundo independentista por no hacer un frente común con los “exiliados”. “Ni siquiera quiso ir el primero en una lista conjunta con Puigdemont en las elecciones europeas y escogió ir con Bildu, sin estrategia inteligible”. La lectura que se hace de los últimos movimientos de Junqueras es de un pretendido pacto secreto con Pedro Sánchez, con quien negoció para «desactivar el exilio». Pero «Puigdemont se enteró con anticipación y lo abortó por partida doble». En este estadio, el núcleo en torno a la cúpula de Junts acusa a ERC de desactivar cualquier vía hacia la independencia, como el Catalangate, o su negativa a abonar las teorías conspiranoicas de los atentados de la Rambla y Cambrils del 17 de agosto de 2017.

El discurso de Junts va más allá, ya que acusa directamente a ERC de trabajar para el Gobierno español y de ser colaboracionista, con un lenguaje belicista digno de una guerra civil: “Paralelamente, buscan desesperadamente la estabilidad del ‘Estado español, apoyando todo lo que sea relevante, sin excepción, y colaborando en la represión de los independentistas vía Mossos y judicatura. Con todo lo anterior y el invento de la ‘mesa de diálogo’ buscan que Europa se mantenga al margen, y así, tanto ellos como Pedro Sánchez, tengan libertad para acabar con el independentismo sin interferencias y dificulten al máximo el buen trabajo del exilio. Éste es el panorama que tenemos ahora mismo”, concluye.

Lee el artículo entero en la edición en papel de El Triangle nº 1514.

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