Una COP sin Pep

Este domingo han comenzado las sesiones de la 27ª conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en la ciudad de Sharm El Sheikh, en Egipto. Para mí, es imposible oír hablar de la COP27 y no recordar a mi amigo y maestro en el análisis de los efectos del cambio climático, Josep (Pep) Cabayol.

Pep reclamaba siempre lo que ha recordado ahora el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres: es necesario que se ponga fin a la adicción por los combustibles fósiles. Pero desconfiaba de la eficacia de la acogida efectiva de las palabras de Guterres. La historia de las COP está llena de compromisos teóricos que se convierten en incumplimientos reales.

Hacía mención a esta cuestión, hace unos días, otro buen amigo de Cabayol y mío: Miguel Pajares, autor del libro “Refugiados climáticos”. Analizando el informe que Naciones Unidas ha preparado para la COP27 destacaba que denuncia que con las políticas actuales de los diferentes gobiernos, las emisiones de CO2 serán en 2030 un 10,6 mayores que las de 2010, lo que equivale a unas emisiones similares a las de 2021. El acuerdo de la cumbre del COP de 2019 era que estas emisiones se reducirían a la mitad en 2030.

Cabayol y Pajares denunciaban el greenwashing de las grandes corporaciones empresariales que pretenden hacernos creer que están muy preocupadas por la emergencia climática y el futuro de la Humanidad y sólo les interesa su cuenta de resultados.

Teóricamente deberíamos llegar al 0 neto de emisiones en 2050. Es decir, que reabsorbamos tanto CO2 como emitamos a la atmósfera ese año. Robert Watson, ex presidente del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), lo dijo muy claro: “el cero neto es una trampa puesta por los industriales y los gobiernos para engañar al mundo”.

Pajares prevé una nueva COP perdida. Mucho me temo que Cabayol habría pensado lo mismo. Recurro a las palabras con las que Pajares acababa un artículo reciente en Público: “Se ha acabado el tiempo de las promesas gubernamentales que siempre están a diez o treinta años vista, mientras las economías siguen haciendo lo de siempre y la amenaza climática se agiganta. Es hora de realizar los cambios radicales e inmediatos que requiere la emergencia, y los rebeldes lo saben”.

Rebelde lo era Cabayol y rebeldes son los que deberían (¿deberíamos?) hacer todo lo necesario para que cada COP que se celebra no sea sólo una serie de compromisos aplaudidos en la ceremonia de clausura, que luego no se cumplen y nos acercan cada vez más al colapso global.

(Podéis ver ’50º’, el último documental que dirigió Josep Cabayol, en el programa ‘Latituds’ del Canal 33, en dos partes que se emitirán los días 14 y 21 de noviembre a las 23:55 horas).

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