La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha afirmado que el proyecto del BarMar, el gasoducto entre Barcelona y Marsella, podría empezar a funcionar “dentro de cuatro o cinco años”. “Ha habido unos primeros esbozos en los que estuvo trabajando Enagás. Habíamos empezado a trabajar en esta hipótesis (la de una tubería que conectara Barcelona con Livorno) y la conexión con Marsella lo acorta. Nuestro cálculo es que tardaríamos entre cuatro y cinco años”, ha explicado la mandataria del Gobierno de Pedro Sánchez en la embajada en París.
Ribera se reunió este viernes, 21 de octubre, en la capital francesa con el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, y la de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. Esta reunión se ha producido tras el acuerdo entre los gobiernos de París, Madrid y Lisboa para impulsar una tubería entre Barcelona y Marsella, que transporte gas e hidrógeno verde por vía submarina y que sea la alternativa al proyecto estancado del MidCat.
Plazo aproximado
La vicepresidenta ha reconocido que el plazo de “cuatro o cinco años” es aproximado, ya que dependerá de los trabajos de las empresas de Portugal y Francia. “Sabemos cuál es la capacidad de Enagás. Pero también necesitamos la colaboración de actores franceses y portugueses”, ha indicado.
Por ahora se desconoce cuánto costará la nueva infraestructura. Según dio a entender Ribera, el coste será superior a los 400 millones de euros de las obras del MidCat en la península ibérica. Ha señalado que España y los demás países implicados se han propuesto presentar un anteproyecto con más detalles a principios de diciembre: “Será un esbozo que nos permita responder cuál es la estimación del coste y de la entrada en funcionamiento” de la tubería que se diseñará “para transportar hidrógeno verde, aunque también podrá transportar gas”.
Ribera ha aclarado que España propuso al ejecutivo de Emmanuel Macron que Marsella fuera el destino en territorio francés y que el BarMar tendrá tres etapas: “La parte submarina que iría de Barcelona a Marsella, la parte que conectará Marsella con la futura red de hidroductos y una posible tercera que permitiría conectarlo con Alemania. Aunque esto hay que verlo”.
