Dos días después de hacerse pública la inversión real ejecutada por el Estado en Catalunya -muy por debajo de lo presupuestado-, el primer encuentro entre el Gobierno de la Generalitat y ministros del Gobierno español ha resultado tenso. El presidente Pere Aragonès y el vicepresidente Jordi Puigneró se reunieron hoy en Barcelona con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, para «pedirle explicaciones» y exigir el cumplimiento de lo presupuestado.
Los tres han coincidido en el acto de inauguración de las nuevas oficinas de Google en la capital catalana y, al finalizar el evento, han mantenido un encuentro improvisado de media hora.
Sin embargo, las explicaciones de la ministra han sido del todo insuficientes para el Gobierno. De hecho, lo han sido tanto que el presidente ha abandonado la reunión asegurando que ahora «es el momento de los cumplimientos y no de las palabras», esperando que el ejecutivo español reaccione y, de una vez por todas, las inversiones lleguen a Cataluña tal y como se prometieron.
Por otra parte, la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, ha enviado una carta a la ministra de Política Territorial y portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, donde acusa al Estado de deslealtad y de ser un obstáculo para el progreso de Cataluña, a raíz de los incumplimientos flagrantes de las inversiones comprometidas, que dejan a Catalunya en la cola del estado con sólo un 36% de la obra ejecutada. En la misiva le exige explicaciones urgentes y el cumplimiento de todas las inversiones.
