La apuesta que ha hecho en los últimos años el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para buscar el apoyo de Rusia a la independencia de Catalunya ha perjudicado gravemente la imagen de esta causa, a raíz de la invasión y el bombardeo de Ucrania por parte del ejército de Vladimir Putin. El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, acusó a los emisarios de Puigdemont a Rusia en busca de ese apoyo de “señoritos que se paseaban por Europa para reunirse con la gente equivocada porque durante un rato se creían que eran James Bond”. Inmediatamente, le contestó el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Sánchez. “¿Es posible ser más ignorante? En cualquier caso es imposible ser más miserable. Es indiscutible que quien habla así se convierte en portavoz oficial de las cloacas del Estado y la burbuja de la derecha mediática. Así no, Gabriel Rufián”, escribió en Twitter.
Sánchez fue el primero de los dirigentes de Junts que lanzó improperios contra el portavoz de ERC en el Congreso. A los insultos se sumó un esfuerzo fallido lanzado desde Junts para implicar a Esquerra Republicana en la trama rusa tejida desde Waterloo. Aleix Sarri, director de la Oficina del grupo parlamentario de Junts en el Parlamento europeo, formado por Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, denunció: “Hace 8 años que ERC comparte grupo parlamentario en Bruselas con una eurodiputada que legitimó la invasión rusa de Ucrania en 2014 y ha sido condecorada por Putin. Y eso sí que nos ha hecho daño como movimiento”. Se refería a Tatiana Znadoka, una eurodiputada letona que pertenece a la minoría rusa de ese país y que forma parte del grupo de la Alianza Libre Europea, en el que están integrados también los eurodiputados de ERC. Una denuncia frágil comparada con el alcance de las conexiones establecidas con políticos y supuestos espías rusos por el jefe de la Oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, en sus reiteradas visitas a Moscú de los últimos años.
Aleix Clarió, que en su perfil de Twitter se presenta como “asesor del 130º Presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont en redes sociales” y que trabaja como asesor en comunicación digital de la consejera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, calificó las declaraciones de Rufián de “vomitivas” y exigió una rectificación oficial por parte de ERC. El Consell per la República Catalana que preside Puigdemont reclamó también una rectificación que no se produjo. Tanto la portavoz del partido de Rufián, Marta Vilalta, como su secretaria general, Marta Rovira, defendieron las declaraciones de su portavoz en el Congreso. Rovira dijo que vincular el independentismo con Rusia «hace un daño absoluto y mina la reputación» y Vilalta que «no le hace ningún bien flirtear con Rusia». Rufián se afianzó en su tesis limitándose a puntualizar que quizás había sido demasiado “contundente” en la forma de expresarla.
JxCat ha intentado que Rufián comparezca en el Parlament para que dé explicaciones de su frase pero ERC se ha negado. Varios miembros destacados de JxCat han planteado la necesidad de que se rompa el pacto entre ERC y JxCat en el gobierno de la Generalitat. Jami Matamala, amigo íntimo de Puigdemont, que convive con él en su palacete de Waterloo, se dirigió a Rufián para recriminarle sus palabras: “Yo que sí sé lo que se ha hecho, lo que se ha sufrido y se sufre en el exilio sólo puedo decirte una cosa. Eres un desgraciado”.
El protagonista de esta serie de críticas cruzadas, Josep Lluís Alay, celebró su cumpleaños el pasado lunes día 21 de marzo. Puigdemont le felicitó públicamente con este mensaje: “Hoy Josep Alay cumple años, en medio de una campaña sucia e injusta. Es un hombre profundamente honesto y riguroso; discreto, paciente y con una gran memoria, cuyo único crimen es no haberse rendido nunca. A pesar de los cuchillos, ¡por muchos años! La libertad será siempre el mejor regalo”. No cabe ninguna duda de que pocos dirigentes de ERC se sumaron a esa felicitación.
