El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha avanzado este lunes que los vehículos diésel con la etiqueta amarilla Euro 4, distinguida con una B (matriculados entre enero de 2006 y 2014) serán los próximos en quedarse se fuera de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona. Así lo ha explicado en la presentación del primer informe de balance de la medida en la capital catalana. Todavía no existe ninguna fecha establecida para la nueva restricción de vehículos.
Los datos de las estaciones de contaminación muestran que los niveles del principal indicador de contaminación -el dióxido de nitrógeno- han descendido un 11% en la ciudad. Badia ha dicho que la opinión de la ciudadanía sobre la iniciativa es «buena» y que el siguiente paso es prohibir la circulación de los coches con etiqueta amarilla.
La aplicación de la Zona de Bajas Emisiones redujo 609.000 trayectos contaminantes en un año, según el Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, el pasado año se pusieron 70.000 multas por incumplimiento de la normativa, un dato que el consistorio considera «baja» en comparación con el resto de sanciones de tráfico.
Otra de las opciones que el Ayuntamiento se plantea para mejorar la calidad del aire es poner peajes en los accesos de la ciudad para reducir aún más la movilidad. Aunque Badia se mostró favorable, reconoció que no tienen competencias para hacerlo y que necesitarían una habilitación legal de la Generalitat.
