Los directivos del Consejo Deportivo de Hospitalet de Llobregat, la entidad investigada por presuntas contrataciones irregulares, obligaban a los trabajadores a asistir a actos del PSC, según ha declarado una de las empleadas afectadas y testigo clave del caso, Mercedes H., expareja del denunciante del caso y concejal Jaume Graells. Como ha avanzado El Periódico, la trabajadora explicó a la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la Policía Nacional que cuando empezó en el Consejo, el exconcejal de Deportes y entonces director de la entidad, Cristian Plaza, le aconsejó que «sería bueno» que se afiliara al PSC, «como el resto de miembros» del organismo.
En la declaración, la testigo afirmó que desde que empezó a trabajar en el Consejo «le hacían acudir» a actos del PSC como, por ejemplo, un mitin al que asistió Alfredo Pérez Rubalcaba que se celebró en Hospitalet, donde también fueron todos los miembros de la entidad en autocar. Mercedes H. relató que «le hacían ir un par de veces al año de forma obligada» a la comisión de deportes en la sede del PSC, en el barrio de Santa Eulàlia, y señaló que en el 2010 asistió «por orden» de Plaza a un acto de la alcaldesa Núria Marín para «hacer bulto». Según su versión, nunca cobró por estos servicios puesto que «estaba incluido en su sueldo».
La testigo habló también de una comida a la que «le hicieron ir» donde estaban Marín, el teniente de alcalde Cristian Alcázar, Graells y Plaza, y en el que, según explicó, la alcaldesa «tuvo unas palabras» sobre las elecciones que se celebraban ese año, en 2019, aunque el entorno de Marín lo niega. Los gastos de la comida, 405,95 euros, los abonó el Consejo Deportivo según las diligencias policiales.
Mercedes H. relató a la Policía Nacional que la entidad emitía facturas al Ayuntamiento de Hospitalet aunque las actividades estaban subvencionadas por el consistorio y que, cuando lo comunicó al que era director del Consejo, Eduardo Galí, actualmente imputado en el caso, le manifestó que podía hacerse. Este procedimiento «se iba haciendo con regularidad» hasta que, a principios del 2020, Galí lo frenó repentinamente.
