La jueza que investiga la presunta corrupción en los Bomberos de la Generalitat, y que ha imputado a siete cargos de este cuerpo, ha detectado evidencias de facturación fraudulenta y la existencia de una “mecánica irregular” consistente en la ejecución de un contrato para el mantenimiento de vehículos de extinción de incendios independientemente de que se hubiera agotado el presupuesto correspondiente, por lo que se duplicaban, triplicaban y falsificaban facturas, publica La Vanguardia citando fuentes de la investigación y el contenido del auto.
Las conversaciones telefónicas intervenidas por los investigadores del caso reflejan conversaciones en las que cinco de los investigados admiten las malas prácticas y que éstas se habían estado produciendo durante un período de 12 a 14 años. En concreto, una práctica irregular que se atribuye a los miembros de la cúpula de los Bomberos imputados es acumular deuda con la adjudicataria Iturri para compensarla con un contrato posterior. Esta dinámica, según añade la misma información, generó una deuda creciente hasta el punto de que uno de los investigados reconoció que la adjudicataria tenía el control y debían confiar en las facturas que les presentaba.
El Departamento de Interior de la Generalitat se ha comprometido a facilitar toda la información que la justicia le requiera y a incrementar los controles sobre los contratos. El anterior consejero de Interior, Miquel Sàmper, que trasladó el caso a la Fiscalía, ha explicado en el programa Aquí Cuní (Cadena SER) que lo que le hizo sospechar fue el contenido de las facturas, que entendió que eran falsificadas porque «no se adecuaban a los trabajos» realizados.
